El administrador de la empresa análisis y gestión de desarrollos urbanos (Dusa), Adolfo Fernández, encargado de gestionar las licitaciones públicas del plan Prisma 2006-2007, ha dicho que ahí estaban "todas las empresas constructoras" y "había obras para todo el mundo". Así lo ha señalado en su comparecencia en la comisión de investigación de corrupción de la Asamblea de Madrid, donde ha informado sobre el contrato de consultoría y asistencia técnica firmado en 2006 con la empresa pública Arpegio, la sociedad de gestión del suelo investigada dentro del caso Púnica.
Su empresa Dusa se encargó de gestionar las licitaciones del plan regional de inversiones y servicios de Madrid (Prisma) y de supervisar las obras, después de que Arpegio decidiera externalizar estos trabajos ante la falta de personal. "Llegamos a tener 400 licitaciones, había obras para todo el mundo, ahí estaban todas las empresas constructoras", ha dicho. En su intervención, ha comentado que se sorprendió de que su empresa fuera la "primera y única" que presentó una oferta, aunque cree que ni siquiera las grandes multinacionales "estaban preparadas", como reconoce que no lo estaba Dusa.
Alfonso Fernández Maestre, ha afirmado también que pudo haber filtraciones desde su compañía al empresario David Marjaliza, uno de los supuestos cabecillas de la trama de corrupción Púnica, sobre los baremos de la licitaciones de obras del Plan Regional de Inversiones de la Comunidad de Madrid (PRISMA) 2006-2007.
Fernández ha declarado este mediodía en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid sobre corrupción política en la Comunidad. El juez del caso ha reclamado al presidente de Nuevo Arpegio, sucesora de la Fundación Arpegio, documentación sobre estos convenios con la Comunidad y sobre los contratos, por valor de 6 millones de euros, que adjudicó a la empresa DUSA para las obras regionales. "Yo ya no pongo la mano en el fuego por nada. Podría haber alguna filtración de la baremación. Yo lo desconozco porque si lo hubiera conocido esta persona hubiera estado en la calle. Yo no puedo asegurar que no haya podido ser de mi empresa, pero lo desconozco. Era un papel que estaba encima de la mesa", ha dicho a los parlamentarios.
Fernández Maestre había firmado un contrato de consultoría y asistencia técnica para la gestión integral de las licitaciones públicas del PRISMA 2006-2007 firmado el 31 de marzo de 2006 con la empresa pública Arpegio. Hoy ha explicado que supervisaban todos los proyectos inferiores a 300.000 euros y Arpegio los superiores. "Lo hacíamos por un tema de economía de tiempo. Teníamos el equipo necesario para hacer esa supervisión, aunque no sabía la carga de trabajo que podíamos tener", ha reconocido.
De hecho, el administrador señaló en otro momento del interrogatorio que al principio sólo tenían seis o siete empleados y que "no estaban preparados" para tal carga de trabajo, teniendo en cuenta que iban a supervisar licitaciones por un valor de seis millones de euros. Para suplirlo, ha explicado, fue formando más personal, hasta una treintena de trabajadores entre personal laboral y mercantil.
"Durante ese año y medio, lo que hizo DUSA fue generar un equipo humano, prepararlas y cuando pasó ese tiempo Arpegio decidió prescindir de mí, pero DUSA cedió el personal formado a Arpegio para que continuara el siguiente plan Prisma. Se subrogaron en el contrato de trabajo", ha añadido.
El directivo de la empresa ha asegurado que todo su trabajo fue "transparente a más no poder" y que no resultó fácil por la "cantidad y volumen de obras". También ha negado conocer ni al exconsejero Francisco Granados y al propio David Marjaliza.
Los ingresos de DUSA fueron de 7,9 millones de euros de ingresos entre 2006 y 2007. "He tenido suerte y he ganado dinero. He ganado varios concursos de seis millones. Yo creo que es un concurso de los pequeños. He gestionado seis millones. Yo he oído hablar de todo en esta vida pero he estado en la administración y siempre he viso buena gestión pública. O estoy ciego o no hay tanta (corrupción) como se dice", ha manifestado.
"Mi actividad en un 80 por ciento ha sido privada y en un 20 por ciento público. He actuado con la Comunidad y ayuntamientos de la región madrileña y fuera. Mi negocio siempre ha sido la consultoría. Participé en diversas juntas de compensación. Al final de mi vida profesional estoy satisfecho de lo que he hecho. No me he hecho rico. He tenido éxito en unas cosas y fracasos en otros. Gracias por haberme dado la oportunidad de explicarme. Es muy angustioso cuando uno me ve en la prensa y otro", ha concluido Fernández.
