Dos delincuentes agreden a un Guardia Civil de paisano en Galapagar

Le reconocieron y le dieron una paliza. Es lo que le ha ocurrido a un Guardia Civil en Galapagar, en el barrio de San Gregorio. El agente estaba fuera de servicio tomando algo en una terraza junto a su mujer embarazada de siete meses. Dos delincuentes le reconocieron se acercaron a él y comenzaron a golpearle. El Ayuntamiento señala que se trata de un hecho aislado.

Esta agresión, en Galapagar, pone en primer plano un problema de convivencia que viene de tiempo atrás. Los agentes y sus familias cuentan que temen pasear tranquilamente por el muncipio. Se sienten señalados por grupos de vecinos conflictivos y conviven con el temor de hacer vida normal por el pueblo

Los hechos ocurrieron la víspera de Nochevieja, alrededro de las 21:30 horas de la noche. El agente de 33 años, destinado qen Seguridad Ciudadana, se encontraba disfrutando de su día libre en la terraza de un bar del centro de la localidad junto a su pareja, una chica de 27 años, embarazada de siete meses, y con otra pareja amiga. De repente, dos jovenes, de unos 30 o 35 años, presuntos delincuentes, muy alterados, según testigos presenciales, se les acercaron. Uno de ellos comenzó a insultar al agente y desafiarle, comenzando una reyerta. Los dos jóvenes terminaron golpeando al agente en la cabeza y la espalda y amenazando a la pareja del guardia con rajarla y "sacarla el picoleto" que llevaba dentro.

Los vecinos terminaron llamando a la Policía, personándose en el lugar agentes de la Policía Local y compañeros del agente de la Guardia Civil implicado, deteniendo a los dos individuos por un delito de atentado contra agente de la autoridad. Al día siguiente, tras su puesta a disposición judicial ante el juzgado de guardia de Villalba, quedaron en libertad con cargos.

A raiz de la reyerta, el agente sufrió una tendinitis en la muñeza derecha, aunque no se ha dado de baja y la mujer tuvo que ser atendida por un cuadro de ansiedad e ingresada ante una amenaza de parto prematuro.

Pero lo que puede parecer un caso aislado, no lo es. Esta agresión, en Galapagar, pone en primer plano un problema de convivencia que viene de tiempo atrás. Los agentes y sus familias cuentan que temen pasear tranquilamente por el muncipio. Se sienten señalados por grupos de vecinos conflictivos y conviven con el temor de hacer vida normal por el pueblo. Los vecinos de Galapagar apoyan totalmente a la Guadia Civil y reconoce la hostilidad existente en la barriada problemática de San Gregorio hacia la Guadia Civil, siendo constante los insultos y humillaciones que reciben los agentes del cuerpo y sus familiares.

Desde la Asociación Unificada de Guardia Civil (AUGC) de Madrid condenan la agresión y lamentan esta persecución que sufren los guardias civiles fuera de su tiempo de servicio.