Esta noche comienza la instalación de barreras que separarán coches y peatones en la Gran Vía

  • El viernes se inicia su metamorfosis con más espacio para los peatones

La Gran Vía madrileña inicia el próximo viernes 1 de diciembre la que será su metamorfosis definitiva dando más espacio a los peatones con la ampliación de sus aceras y dejando un carril al tráfico privado por sentido, un cambio que será permanente y completarán las obras de remodelación a partir de 2018. La noche de este lunes comenzará la instalación de los bloques de hormigón de 800 kilos que separarán en los próximos meses la calzada de Gran Vía de las aceras, hasta que vayan concluyendo las obras de ampliación de estas últimas previstas para adecuar la calle a la Zona Central Cero Emisiones que entrará en vigor en junio de 2018.

Fuentes municipales informaron del inicio de la instalación de estas vallas, que en su día se anunció que comenzaría unos pocos días antes del primer fin de semana en que Gran Vía se cerrará a la mayor parte del tráfico privado por las fiestas navideñas, este 1 y 2 de diciembre.

De los seis carriles actuales, se dejarán cuatro, dos por sentido, uno para el transporte público y otro para los vehículos autorizados; exactamente lo que ocurrirá cuando entre en vigor el Área Central Cero Emisiones.

Como ya avanzó el Gobierno municipal en la presentación del cierre navideño de la calle, el pasado día 11, no habrá restricciones los días de diario hasta Nochebuena, pero sí en el puente de la Constitución y el fin de semana del 15 de diciembre. A partir del 24, el cierre ya será permanente hasta el 7 de enero.

Durante los días de restricciones, sólo se permitirá pasar por Gran Vía a los residentes, los conductores que estacionen en los aparcamientos públicos, las bicicletas y las motos, los vehículos ecológicos, los de personas de movilidad reducida, los autobuses, los taxis y los coches de alquiler con conductor (licencias VTC), más los vehículos de emergencias y reparaciones, los de carga y descarga (entre 23.00 y 11.00 horas) y los de suministro postal o a farmacias. La velocidad se reducirá a un máximo de 30 km/h en toda la calle.

Por segundo año, el Ayuntamiento de Madrid 'ganará' espacio para los viandantes y cerrará esta arteria al tráfico de los no residentes ensayando hasta el 7 de enero, el área central de cero emisiones que desde junio cerrará el acceso al centro. También se restringirá el acceso a las calles de Atocha y Mayor y, en los días de mayor afluencia al centro habrá cortes puntuales en Bailén, en las rondas y en Bailén.

RESIDENTES, MERCANCÍAS Y TRANSPORTE PÚBLICO ACCEDERÁN PERO A 30KM/HORA

El tráfico estará limitado a los no residentes en el carril por sentido que quedará abierto al tráfico privado en Gran Vía (habrá otro carril más por sentido pero pasa autobuses, taxis y motos) pero habrá múltiples excepciones.

Podrán pasar vehículos que vayan a hoteles y a aparcamientos, los de las personas con movilidad reducida, autobuses privados con destino o parada en la zona, automóviles cero emisiones, ambulancias, VTC, repartos postales, vehículos para reparaciones y unidades móviles audiovisuales.

También podrán acceder los transportes de mercancías, con un horario limitado de 23.00 a 11.00, como ya ocurrió el año pasado, cuando el Consistorio modificó su dispositivo después de las alegaciones judiciales de transportistas.

Todos los vehículos deberán circular a un máximo de 30 kilómetros por hora en un área con controles de acceso en las plazas de España, Cibeles, Independencia, Neptuno, glorietas del Emperador Carlos V y Puerta de Toledo, plaza de San Francisco El Grande y Mayor con Bailén.

LOS VIANDANTES GANAN ESPACIO, PERO TAMBIÉN ESTRENAN LIMITACIONES

Con su dispositivo de movilidad, el Gobierno de Manuela Carmena dará más espacio a los transeúntes, en concreto 5.400 metros cuadrados, que este año se separarán de la calzada con pesadas vallas de hormigón de entre 700 y 800 kilos.

Sin embargo, en un periodo caracterizado por aglomeraciones, los peatones vivirán restricciones por primera vez y pasearán en un solo sentido las calles Preciados y Carmen.

Tomando la Puerta del Sol como referencia, Preciados tendrá sentido salida y Carmen entrada a partir de las 17.30 los viernes, sábados, domingos, festivos y vísperas de festivo y los días con saturación "muy alta".

En los mismos períodos estará restringido el paso de taxis y autobuses en Sol, mientras que los vehículos de más de 3,5 toneladas no podrán circular por Gran Vía de 11.00 a 23.00 hasta el 7 de enero.

También como parte del dispositivo de seguridad se colocarán de nuevo maceteros en la Puerta del Sol.

NUEVE JORNADAS PARA DESPEDIRSE DE LA VIEJA GRAN VÍA

El dispositivo de cierre de la Gran Vía funcionará prácticamente durante todo el mes de diciembre y la primera semana de enero salvo en nueve jornadas.

Quienes quieran despedirse del viejo tráfico de esta gran arteria, con seis carriles en total, tendrán que marcar en el calendario el lunes día 4 de diciembre y los primeros cuatro días de la segunda y la tercera semana de ese mes: los días 11, 12, 13 y 14 18, 19, 20 y 21 de diciembre.

AL CENTRO, EN AUTOBÚS, METRO Y CERCANÍAS

El Consistorio reforzará con 40 autobuses las 32 líneas de la EMT que llegan o parten del centro mientras que el Consorcio Regional de Transportes reforzará las líneas centrales (1,2,3,4 y 5) y la línea 10.

También se prevén refuerzos en Cercanías mientras que, de no dejar el coche en casa, el Ayuntamiento recomienda usar las rondas, bulevares y la M-30.

CIRCULACIÓN LENTA HASTA QUE EMPIECEN LAS OBRAS

Gran Vía se abrirá al tráfico privado desde el 7 de enero, pero no lo harán los carriles ganados por los peatones y se mantendrá también la circulación lenta.

Las obras de remodelación, presupuestadas en 9 millones de euros, se iniciarán a finales de enero o principios de febrero y se alargarán 10 meses.

Este eje icónico de la capital llegará a la primavera electoral con aceras más anchas, más paradas de autobuses, más árboles, fuentes y un mobiliario urbano renovado.