Una gran nevada no cerraría Barajas, pero reduciría su operatividad a mínimos

Barajas no se paralizaría ante una gran nevada, aunque operaría "en mínimos" gracias a las mejoras en los procedimientos introducidas en el Plan Invernal contra las contingencias meteorológicas, según el director adjunto del aeropuerto madrileño, José Sanz Dodero. Sanz ha presentado en Barajas el Plan Invernal 2011-2012 y ha asegurado que "el equipo y los procedimientos" son mejores que los que Barajas tenía el 9 de enero de 2009, cuando una fuerte nevada obligó a cerrar el aeropuerto durante cinco horas.

Según el responsable de Barajas, el objetivo de este Plan es reducir al máximo la afección de la meteorología adversa sobre el aeropuerto, y ha detallado que cada año se revisa la eficacia del plan aplicado el anterior invierno para efectuar las mejoras, que en este ejercicio se han limitado a los procedimientos, ya que en equipamiento "pensamos que hemos llegado al límite".

Entre las mejoras destaca la introducción del "nivel intermedio de activación, entre el amarillo y el rojo, porque el año pasado consideramos que había momentos en los que necesitábamos tener más equipos preparados por si saltaba a un nivel superior". Además, Sanz Dodero ha destacado que la meteorología adversa incluye hielo, nieve y niebla y ha reconocido que, hasta ahora, es la baja visibilidad lo que más preocupa, mientras recordaba que el pasado miércoles se tuvo que desviar una veintena de vuelos y otros tantos fueron cancelados por este motivo.

En casos de niebla, Barajas activa un protocolo que incluye la activación de los Procedimiento con Visibilidad Reducida (LVP) o la disminución de las operaciones, entre otras medidas.

Y aunque los responsables del aeropuerto no esperan nieve a corto plazo, sí que están ya en estado de alerta ante la aparición de hielo, que afecte a la plataforma y pistas y a los aviones.

Barajas dispone de dos bases de deshielo de aeronaves en las que trabajan 18 equipos encargados de retirar el hielo de los planos de los aviones y desde este año también de aplicar un producto que evite que se puedan volver a helar antes de iniciar la maniobra de despegue.

Para desarrollar esta "lucha contra las inclemencias meteorológicas adversas", Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) ha invertido 11 millones de euros para tres temporadas y cuenta con un contingente de más de 200 personas y 100 vehículos, entre los que destacan quince modelos especiales para la retirada y limpieza de la nieve en las pistas y calles de rodaje, de los que disponen muy pocos aeropuertos en el mundo.

Una maquinaria muy especializada para limpiar los casi 8 millones de metros cuadrados pavimentados que tiene Barajas, entre los que figuran un millón y medio de metros cuadrados de plataforma, según ha explicado Yolanda Rubio, jefe de campo de Vuelo del aeropuerto.

Rubio ha manifestado que se tarda una media de 30 minutos en limpiar de nieve cada una de las cuatro pistas del aeropuerto madrileño, y ha dicho que son necesarias al menos "cuatro pasadas" de las máquinas para conseguir este objetivo. Además, ha añadido que Barajas tiene cinco camiones para extender fundente, con el que se consigue que la nieve no cuaje y ha revelado que en el aeropuerto no se utiliza sal para esta función por "razones medioambientales y por los resultados".

Para la temporada de invierno, Barajas dispondrá de 400.000 litros de fundente líquido, 150.000 kilos de urea antiapelmazante y unos 25.000 kilos de fundente sólido, todos ellos biodegradables.