La alcaldesa de Madrid plantea que la recogida de basuras no sea diaria

  • Calvo: “la tasa de basura no tiene que bajar necesariamente si se reduce servicio”
  • Rechazo de la oposición y patronal

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha planteado hoy la posibilidad de disminuir el servicio de recogida de basura de forma que no sea diario, lo que probablemente conllevaría una rebaja en el coste de la tasa, una medida que ha sido rechazada por la oposición y por la patronal del sector.

Botella ha explicado, en declaraciones a Radio Nacional de España, que hará "lo que sea necesario" para cuadrar las cuentas municipales y ha argumentado que Madrid es "de las pocas ciudades europeas, si no la única", en la que la basura se recoge todos los días del año, salvo el 24 y el 31 de diciembre, por lo que ha estimado viable "reducir la recogida".

Ha precisado que "probablemente" la reducción del servicio conllevaría una disminución de la tasa que ahora pagan los madrileños.

El Ayuntamiento de Madrid recauda por la tasa de basuras 156 millones de euros, ocho menos que los 164 millones que destina a sufragar la recogida de residuos, han indicado hoy fuentes municipales.

El delegado de Medio Ambiente, Antonio de Guindos, ha precisado que la reducción del servicio es por ahora solo objeto de estudio, y ha destacado que, como consecuencia de la crisis, el volumen de residuos retirados ha disminuido un 3,73% desde enero a mayo pasados.

De Guindos no ha confirmado que la reducción del servicio vaya a ir acompañada de un recorte proporcional de la tasa de basuras que cobra el Ayuntamiento, aunque el anterior Gobierno municipal, presidido por Alberto Ruiz-Gallardón, ya dejó claro cuando se habló de este asunto hace un año que sí se rebajaría.

Por su parte, el delegado Economía y Empleo, Pedro Calvo, ha dicho hoy que una reducción del servicio "no necesariamente" tiene que conllevar una rebaja en la tasa.

En este sentido ha especificado que "para que fuera obligatorio realizar una rebaja en la tasa de basura, habría que dar por hecho la actual tasa cubre el cien por cien del coste de la recogida, y no es así".

Tanto la oposición en el Ayuntamiento como la patronal del sector se han opuesto a la medida.

RECHAZO DE LA OPOSICION Y PATRONAL

El portavoz socialista, Jaime Lissavetzky, la ha considerado un "engaño" y una "tomadura de pelo", después de que el Ayuntamiento impusiera hace tres años una tasa para este servicio, y ha pedido a la alcaldesa que "recapacite".

Ha sostenido que supondría dar "un paso atrás en el tiempo de casi 20 años" y generaría suciedad, insalubridad y malos olores.

La concejala de IU Raquel López ha preguntado sin éxito en la Comisión de Medio Ambiente si la medida planteada por la alcaldesa va a traducirse en despidos en las empresas contratadas para realizar este servicio o en que Madrid vuelva a quedar "asqueroso", o se trata de "un globo sonda".

El portavoz de UPyD, David Ortega, ha tachado de "mala noticia" la propuesta porque hará que una ciudad que -según muchos vecinos- "está sucia", lo esté "aún más", y ha pedido que se recorte en otras partidas que no afecten a los servicios públicos.

El presidente de la Asociación de Empresas de Limpieza Pública (Aselip), Francisco Jardón, ha asegurado que es "materialmente imposible" pretender que el servicio de recogida de basuras sea igual con menos presupuesto.

En declaraciones a EFE, Jardón ha considerado que el Ayuntamiento debería informar a las empresas implicadas y a los sindicatos antes de dar a conocer sus intenciones, y ha sostenido que Madrid tiene unas características diferente a otras ciudades europeas.

El consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Percival Manglano, ha afirmado que la idea de Botella "merece ser considerada con el máximo interés".

El servicio de recogida de basuras del Ayuntamiento de Madrid es diario desde mayo de 1995, cuando era alcalde José María Álvarez del Manzado, ya que hasta entonces no se realizaba ni los domingos ni los festivos.

Ya en 2010, con Alberto Ruiz-Gallardón de alcalde y Ana Botella de delegada de Medio Ambiente, el consistorio estudió la posibilidad de que la basura no se recogiera domingos y festivos para ahorrar costes, aunque finalmente no se aplicó la medida.