Un acusado niega ante el tribunal que intentara asfixiar a su pareja enterrando su cabeza en el barro

Un acusado del intento de homicidio de su actual pareja ha negado en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid que intentara asfixiarla enterrando su cabeza en el barro después de que ésta le comentara que había comido con su jefe ese mismo día. Carlos Fernando N. M. se ha sentado en el banquillo de los acusados por un delito de homicidio en grado de tentativa. Al concluir la práctica de la prueba, la fiscal ha solicitado ocho años de cárcel para el procesado al considerar acreditado que tuvo la intención de matar a su novia, cuyo cuerpo dejó abandonado pensando que había fallecido.

Los hechos juzgados se produjeron el 29 de octubre de 2008 cuando la pareja se dirigía a Cuenca. En un momento del trayecto, se inició una disputa entre ambos y el acusado zanjó el tema, desviando el coche hasta un campo de girasoles donde le apretó la cabeza contra el suelo de tierra. La agresión continuó hasta que la víctima, con la cabeza ya introducida por completa en el barro, se hizo la muerta para salvar la vida, instante que el procesado aprovechó para dejar el cuerpo abandonado en un lateral del camino.

En su declaración, el procesado ha negado que golpeara a la mujer, con quien actualmente sigue manteniendo una relación sentimental. Sólo ha admitido que se inició una discusión entre ellos porque ésta le comentó que había comido con su jefe. "No la golpeé", ha insistido el hombre, quien ha relatado que ella salió del coche y se marchó.

NO DECLARA

Por su parte, la víctima se ha acogido a su derecho a no declarar ante el tribunal. Pese a que durante la instrucción negó lo sucedido, la mujer confesó el día de los hechos a la Guardia Civil que su pareja le había intentado asfixiar, pero que ella se hizo la muerta. Los agentes que han declarado han ratificado el testimonio de la agredida y han indicado que se la encontraron "semidesnuda y con el cuerpo cubierto de barro". "Nos comentó que no paró de aplastar su rostro contra el barro hasta que se hizo la muerta. Estaba muy nerviosa. Decía que su novio la había agredido", han apuntado.

En la prueba pericial, los peritos han ratificado que el mechón de pelo encontrado en el interior del vehículo pertenecía a la víctima. Además, han indicado que presentaba disestesía, una alteración en la sensibilidad por el frío, contusiones en las piernas y edemas por golpes en los labios.

En su informe, la fiscal ha expuesto que la prueba practicada desvirtúa la presunción de inocencia del procesado. Así, ha recalcado que la agresión queda acreditada por la declaración de la mujer ante la Guardia Civil, manifestación que ha quedado ratificada en la vista oral.