El menor marroquí que ayer llegó a Madrid oculto en los bajos de un autobús que había partido de Sevilla ha vuelto al centro de acogida al que fue trasladado nada más llegar y del que se escapó ayer por la tarde.
Según han indicado fuentes de la Policía Municipal, unos policías encontraron de madrugada al chico por la calle y lo devolvieron al Centro de Primera Acogida de Hortaleza de la capital, del que se había ido por voluntad propia horas antes.
El centro es un lugar de régimen abierto que no cuenta con medidas de seguridad disuasorias como los de régimen cerrado, por lo que permanecer en ellos depende de los menores, han explicado fuentes de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid.
La Policía Municipal de Madrid le llevó a ese centro tras acompañarle al hospital para comprobar que estaba en buen estado de salud, han relatado a Efe fuentes policiales que han precisado que el menor explicó que era de Marruecos y tenía 15 años, sin dar más detalles sobre su situación porque solo hablaba marroquí.
El joven viajó en los bajos del autobús desde Sevilla hasta Madrid en pésimas condiciones y con grave riesgo para su vida, según explicó ayer la Policía Municipal cuando informó de su localización en la M-30 a la altura del Puente de Vallecas.
Allí el conductor del autobús paró sobre las ocho de la mañana tras ser alertado por los pasajeros de que se escuchaban golpes en la zona las ruedas traseras, y una vez que el joven salió de su escondite decidió dejarle con personal de la M-30 para continuar su viaje hasta el aeropuerto de Barajas, ya que la mayoría de sus clientes tenían que coger vuelos.
El conductor fue interceptado poco después por la Policía Municipal, que le tomó declaración sin que haya sido imputado por ningún delito, han explicado a Efe fuentes del Cuerpo.
