Uno de los pasajes de terror al aire libre más grandes del mundo vuelve a situarse este año en Villar del Olmo, un pueblo madrileño de apenas 2.000 habitantes que en la noche de Todos los Santos recibe a un millar de visitantes que deberán encararse a un centenar de terroríficos actores.
En esta velada, que se repite desde el año 2009, más de 1.500 metros cuadrados del casco antiguo acogerán una decena de escenarios que simulan ser siniestras jugueterías con muñecos cobran vida a partir de las nueve de la noche para convertirse en seres "horrendos" capaces de hacer sentir "verdadero estupor" al público.
Así lo ha señalado el Ayuntamiento de Villar del Olmo en un comunicado, en el que han advertido de que el centenar de actores permanecerán escondidos en las sombras para recibir a los atrevidos participantes y contarles una "terrorífica historia" en la que los juguetes "cobrarán vida, y no para divertir a los más pequeños".
La iniciativa cuenta con un amplio despliegue de medios para conseguir un realismo total, junto con el trabajo de una veintena de técnicos de sonido, luces y maquillaje, entre otras áreas.
Para participar es necesario adquirir, una hora antes del evento, una pulsera que cuesta un euro y que permite que cada visitante tenga asignado a un guía con el que irá recorriendo los distintos escenarios repartidos por todo el pueblo.
Además, este año se instalará una camioneta de comida de productos ibéricos en la plaza mayor de la localidad, junto con un tiovivo de terror que permanecerá en el municipio los días 31 de octubre y 1 de noviembre.
