Dieciocho viviendas de uso turístico hay en un edificio de la calle Bastero de Lavapiés, y 32 en tres bloques de la calle Santa Ana, incluyendo una vivienda que ocupa ahora una familia australiana, y que antes ocuparon varias amigas de Málaga.
Lo mismo ocurre en la calle Jesús y María, la plaza de Cascorro, Olivar, Ministriles o Buenavista. Solo en Lavapiés hay más de tres mil pisos turísticos. Pisos que son ilegales según los vecinos porque no cumplen una normativa, que ya existe.
Las consecuencias de esta ilegalidad es la masificación de turistas, subidas del alquiler de hasta un 18%, o desplazamiento de los vecinos del barrio de toda la vida. Tras protestar y organizar acciones en la calle la red, “¿Lavapiés dónde vas?” ha presentado todas las denuncias en el registro del Ayuntamiento de Madrid.
