UGT Madrid ha anunciado hoy que ha empezado a preparar un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 36 personas y ahora abrirá un proceso de un mes para negociar fórmulas lo menos dañosas posible, según ha informado el propio sindicato a través de una nota.
La dirección de UGT-Madrid se ha reunido con los representantes de los trabajadores para notificar formalmente la preparación de ese ERE y, según han indicado a Efe fuentes de la propia organización, será presentado ante la autoridad laboral el próximo miércoles.
El sindicato quiere abrir ahora un proceso de negociación con un periodo establecido de 30 días, durante el cual se buscarán medidas que "minimicen en lo posible las consecuencias de la realidad económica actual", añade la nota.
Reconoce que pese a haber intentado otras medidas para evitar el ERE, estas no han prosperado, por lo que la dirección del sindicato en Madrid va a establecer un programa social, negociado con los representantes de los trabajadores, "para minimizar el impacto de la medida, con compromiso de recolocaciones y, en su caso, pago de indemnizaciones".
UGT-Madrid asegura que garantizará a los trabajadores afectados que "en ningún caso" aplicará la reforma laboral recientemente aprobada por el Gobierno.
"Esta situación es consecuencia de la grave, profunda y larga crisis que nuestro país sufre y que nos afecta al igual que al conjunto de la sociedad, empeorada, en nuestro caso, por la persecución que se ha realizado en los últimos años por parte del Gobierno regional con el fin de acallar las posiciones críticas a las políticas practicadas en contra de los trabajadores", reza el comunicado.
Además, añade, todo ello agravado por los "elevados" retrasos en el pago por parte de la Comunidad de Madrid de los programas de empleo y formación acordados por el Gobierno regional, y que cada vez resultan más difíciles de financiar por las entidades financieras.
En el comunicado, UGT-Madrid quiere dejar claro que desde hace años no recibe ninguna subvención de la Comunidad de Madrid "como en muchas ocasiones se afirma con el propósito de desprestigiar a las organizaciones sindicales".
"No cabe más alternativa que reducir los servicios y acciones del sindicato con el fin de garantizar la viabilidad económica de la organización y ajustar los gastos a sus ingresos, mayoritariamente las cuotas de sus afiliados", concluye.
