La Guardia Civil ha desarticulado una organización especializada en robo de cobre que actuaba con extrema violencia en una operación desarrollada en el barrio chabolista de El Gallinero, en Madrid, en la que ha detenido a trece personas de nacionalidad rumana y recuperado más de dos toneladas de cable.
El grupo, que actuaba con gran violencia sobre los empleados de las instalaciones y causaba grandes destrozos, operaba desde El Gallinero y actuaba principalmente en las provincias de Madrid, Toledo, Ciudad Real, Guadalajara, Albacete y Cáceres. El entramado estaba perfectamente organizado y jerarquizado y su líder marcaba las directrices y objetivos para robar por toda España.
Los agentes han llevado a cabo once registros simultáneos en EL Gallinero, situado junto a la autovía A-3 (Madrid-Valencia), cerca del poblado chabolista de la Cañada Real, y han detenido a doce varones, entre ellos un menor, y a una mujer, por supuestos delitos de hurto y robos con violencia sobre las personas y con fuerza en las cosas, detención ilegal y pertenencia a organización criminal.
Las pesquisas se iniciaron a raíz de que el pasado mes de agosto se produjeran cuatro robos en líneas aéreas de telefonía situadas en Pasarón de la Vera (Cáceres), ascendiendo el valor de lo sustraído a cien mil euros y cuyos autores causaron daños por un importe similar al de los efectos sustraídos.
Además dejaron desabastecida a dicha población de línea telefónica y de ADSL durante varios días, lo que afectó a la teleasistencia y a servicios de urgencias y bancarios, entre otros, lo que ocasionó una gran alarma social. La Guardia Civil activó un dispositivo e intensificó los servicios en la zona, lo que permitió recuperar más de dos toneladas de cableado de telefonía dispuesto para su carga en un paraje de Tejada de Tiétar (Cáceres).
También intervino uno de los vehículos utilizados en el robo y fue detenido el menor, de 17 años, que viajaba en el maletero del turismo. Esta actuación puso de manifiesto la forma de actuar del grupo, de carácter itinerante y con un gran número de integrantes especializados en robos de cableado con tareas perfectamente definidas.
Los investigadores comprobaron que la organización se comportaba de forma muy violenta para cometer los robos y que sus miembros actuaban con el rostro oculto bajo una capucha en grupos de seis o siete y que agredían, amordazaban, maniataban y ponían grilletes a sus víctimas, principalmente operarios y vigilantes de seguridad, como en varios robos en las provincias de Toledo y Guadalajara.
Para evitar la vigilancia policial los responsables del grupo usaban un lenguaje convenido en sus conversaciones, la mayoría de las veces con palabras de un dialecto rumano difícil de comprender, que dificultaba la investigación y la traducción por parte de los guardias civiles.
En la operación la Guardia Civil ha llegado a utilizar un helicóptero y perros adiestrados para la localización de dinero y ha contado con la colaboración de la Policía Municipal de Madrid. La Guardia Civil ha recuperado diferentes efectos procedentes de los robos así como otros utilizados para cometerlos, veintiséis teléfonos móviles y diversa documentación.
La operación continúa abierta y no se descartan más detenciones durante el día de hoy, cuando son puestos todos los arrestados a disposición de los juzgados de guardia de Madrid.
