Rivas Vaciamadrid es la primera ciudad europea que recibe un fragmento de las ruinas de la catedral de Urakami (Nagasaki, Japón), que fue destruida por la bomba atómica lanzada sobre la ciudad el 9 de agosto de 1945, y que ahora descansará sobre un parque de Rivas que conmemorará la paz.
Cuando están a punto de cumplirse siete décadas del bombardeo atómico, Rivas ha recibido, a través del Ayuntamiento japonés de Nagasaki, un fragmento de piedra del emblemático edificio religioso japonés, que se empezó a construir en 1875 y que fue concluido en 1925.
El director de la asociación Soka Gakkai en España, Enrique Caputo, y el adjunto a la dirección de la entidad, Juan García, han entregado el ladrillo al concejal de Participación y Gobierno Abierto en Rivas, Rubén Tadeo, quien ha dicho que la presencia de la piedra hará que el nuevo parque invite especialmente a la reflexión.
De esta forma, la localidad madrileña se ha convertido en la primera ciudad europea en recibir un bloque procedente de las ruinas de la catedral de Urakami, que se incluirá en un jardín que se va a construir próximamente en Rivas para conmemorar la paz.
Según ha señalado el Ayuntamiento ripense en un comunicado, este espacio verde se ubicará en la calle de Severo Ochoa, frente a las instalaciones de la asociación internacional Soka Gakkai, que hace de intermediadora entre los Consistorios de Nagasaki y Rivas.
RIVAS POR LA PAZ
La relación entre ambos municipios se remonta al año 2012, cuando comenzaron a organizar diferentes encuentros por la paz (la versión de la ciudad española se presenta bajo el lema "Rivas por la paz"), en los que participan estudiantes a través de videoconferencias.
Con todo, el programa "Rivas por la paz", y su versión japonesa, tienen como objetivo desarrollar el conocimiento de los conflictos bélicos, transmitiendo a la población el efecto que las guerras dejan en la población, según ha explicado la administración.
Las dos ciudades coinciden en haber sido escenario de episodios bélicos: en el caso de Rivas, por la batalla del Jarama de 1937, enmarcada en la Guerra Civil Española, que dejó unos 15.000 fallecidos en la zona, mientras que en el caso de Nagasaki se debe a los ataques nucleares de 1945.
Los participantes de esta iniciativa internacional por la paz han podido conocer los testimonios de supervivientes de ambos conflictos, a través de videoconferencias facilitadas por el Centro Nacional por la Paz en Memoria de las Víctimas de la Bomba Atómica de Nagasaki.
La asociación Soka Gakkai, promueve actividades en favor de "una cultura de la paz y del desarme nuclear", según su director, quien ha añadido que el organismo trabaja desde 1945 para erradicar las armas nucleares desde los prismas práctico y espiritual: "eliminándolas también del corazón del ser humano", ha sostenido.
