Prisión para los dos hermanos acusados de matar a un joven en Torrelaguna

  • Quedan en libertad sus compañeras sentimentales, de 22 y 38 años, aunque se les imputa un delito de encubrimiento

El juez de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Torrelaguna ha ordenado la prisión comunicada y sin fianza para los dos hermanos, de 26 y 36 años, acusados de la muerte el pasado domingo de un joven que recibió una puñalada durante las fiestas de esta localidad madrileña.

El magistrado ha dejado en libertad a sus compañeras sentimentales, de 22 y 38 años, aunque les imputa un delito de encubrimiento, informa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. El instructor ha adoptado estas decisiones tras tomar declaración a los detenidos y a cerca de una decena de testigos.

Los hermanos han sido conducidos esta madrugada al centro penitenciario de la localidad madrileña de Soto del Real imputados de un delito de homicidio intencionado, uno de ellos en calidad de autor material y el otro como cooperador necesario, así como de tres de lesiones.

La víctima recibió una puñalada cuando se dispuso a mediar en una reyerta entre los autores de los hermanos y otro grupo de jóvenes a las cinco de la madrugada del domingo. Una vez conocida la reyerta agentes de la Guardia Civil se desplazaron al lugar y encontraron al joven fallecido tendido en el suelo con una herida de arma blanca.

Tras recoger diferentes testimonios los agentes centraron la investigación en dos jóvenes como principales sospechosos, que son vecinos de Torrelaguna. Para ello establecieron un dispositivo de búsqueda y averiguaron que podrían encontrarse ocultos en un domicilio de un familiar.

Ante la gravedad de los hechos la Guardia Civil solicitó una orden de registro en la vivienda a la autoridad judicial procediendo los agentes a entrar en la misma a las tres de la tarde del domingo, momento en el que detuvieron a las cuatro personas que se encontraban en el interior del domicilio.

Para obstaculizar y dificultar el acceso e impedir la entrada a los agentes los detenidos se habían parapetado con diferentes muebles tras la puerta de acceso a la vivienda además de dejar las llaves puestas por dentro para impedir que se pudiera abrir desde fuera.