El Prado vuelve a exhibir "Adán" y "Eva", obras maestras de Durero

  • Podrán contemplarse en la Galería central del Prado durante los próximos cuatro meses
  • Una instalación especial permitirá observar los trabajos realizados sobre el anverso y el reverso

Tras dos años de paciente y delicada restauración, el Museo del Prado vuelve a exhibir las obras "Adán" y "Eva", que, gracias al trabajo realizado sobre los soportes y las capas pictóricas, han recuperado el esplendor original con que las creó Alberto Durero. "Dos obras maestras vuelven a las salas, que es su lugar natural. Con ello queremos llamar la atención sobre el trabajo silencioso que desarrolla el área de Conservación de este museo, un ámbito en el que es referencia internacional", ha celebrado el presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Plácido Arango.

La delicada labor de reparación de los soportes estructurales ha sido llevada a cabo por José de la Fuente, restaurador del Prado, y George Bisaca, especialista del mismo campo que trabaja para el Metropolitan de Nueva York.

Proyecto conjunto del Prado, el Metropolitan y la Fundación Getty, la restauración de "Adán" y "Eva" se planteó por vez primera en 2004, cuando la institución española organizó "una reunión de expertos internacionales", según ha apuntado su director adjunto de Conservación, Gabriele Finaldi.

Sin embargo, no fue hasta finales de 2008 cuando se iniciaron los trabajos de reparación, que evidenciaron los daños sufridos por las pinturas a causa de las restauraciones que se habían llevado a cabo en los siglos XVIII, XIX y XX.

Más liviano en el caso de "Eva", el deterioro resultaba mucho más evidente en "Adán", que "sufrió una intervención muy fuerte durante este siglo. Se redujo el grosor de la tabla y se aplicó una estructura muy rígida que impedía la curvatura natural de la madera", ha detallado Bisaca.

Esta deficiente reparación causó la aparición de unas sesenta grietas sobre la superficie pictórica de "Adán", cuyo esplendor sólo se ha podido recuperar gracias a la creación de un nuevo bastidor que permite el movimiento del cuadro. "No sólo le confiere mayor consistencia, sino que también gana en el apartado estético", ha resaltado De la Fuente.

"Eva", por su parte, se encontraba en mejores condiciones que su pareja, pero la aplicación de tres nuevos travesaños en el siglo XIX también se tradujo en la aparición de numerosas grietas.

"Lo primero que hicimos fue retirar esos elementos, porque provocaban el bloqueo de la madera y una consiguiente aparición de grietas y deformaciones en la superficie del cuadro", ha recordado el restaurador del museo. Esos travesaños adicionales, además, habían sido fijado a la estructura mediante tornillos que atravesaban la pintura. "Se hizo con la idea de aplanar la superficie, pero provocó muchísimas grietas", ha añadido este experto restaurador.

Una vez fortalecidos los soportes, "Adán" y "Eva" pasaron a las manos de Maite Dávila, restauradora de pintura del Prado. "Se han recuperado los brillos intensos, la atmósfera, la delicadeza de los tonos, la suavidad en el tránsito de las luces a las sombras, esos tonos nacarados tan intensos...", ha enumerado la restauradora.

"Todo eso estaba oculto por unas gruesas capas de barnices oxidados mezclados con repintes, y mezclado con polvo que no dejaba apreciar la extraordinaria calidad de Durero", ha resaltado Dávila.

Las obras se podrán contemplar en la Galería central del Prado durante los próximos cuatro meses, y estarán expuestas sobre una instalación especial que permite la observación de los trabajos realizados sobre el anverso y el reverso de ambas.

El novedoso montaje en la presentación de las obras está patrocinado por la Fundación Iberdrola, que hoy ha firmado un acuerdo de colaboración con el Prado para el mecenazgo de su programa de restauración. "Me gustaría destacar la intención formativa de esta colaboración, porque el convenio que firmamos contempla la convocatoria de dos becas anuales, que permitirán compartir la experiencia del Prado con especialistas externos", ha expuesto Plácido Arango.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha recogido el testigo de Arango para afirmar que este acuerdo "supone una gran satisfacción" para su compañía, ya que "uno de los patrimonios más importantes del ser humano consiste en preservar las obras de arte para las generaciones futuras".