Pacientes con linfoma informan sobre la enfermedad en hospitales de Madrid

  • Coincidiendo con el Día Mundial del Linfoma
  • El 62% de los pacientes con linfoma son diagnosticados erróneamente

La Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (Aeal) hará este martes una ruta por varios hospitales de Madrid para informar a profesionales y pacientes sobre el linfoma, el cáncer que se origina en el sistema linfático y del que el 73% de los afectados no sabían nada antes de su diagnóstico.

Durante este día se realizará un recorrido informativo a través de un camión de comida por las puertas de varios hospitales de Madrid y se instalarán mesas informativas en otros centros de España. Por otro lado, en las redes sociales se podrá encontrar toda la información siguiendo la etiqueta '#DMLinfoma'.

Bajo el lema '¿Y si es un linfoma?' se entregarán folletos informativos que describen los síntomas más habituales de esta enfermedad, que son la hinchazón de los ganglios linfáticos, la fiebre o la pérdida de peso sin motivo, entre otros.

"Si logramos aumentar el conocimiento de estos signos entre la población, podremos disminuir las cifras, que a nivel global, se dan en el diagnóstico del linfoma", afirma Aeal en un comunicado.

En este sentido, señala que el 62% de los pacientes con linfoma son diagnosticados erróneamente, que el 73% no conocían nada de la enfermedad hasta su diagnóstico y que el 58% esperaron al menos seis meses para acudir al médico tras experimentar los primeros síntomas.

SINTOMAS LEVES Y SIN MANIFESTACION EXTERNA

La automedicación puede ocultar estos síntomas ya que, por ejemplo, ante un caso de fiebre, los pacientes no suelen acudir al médico para obtener una receta. En este sentido, la jefa de la Unidad de Linfomas del Hospital Fundación Jiménez Díaz, Pilar Llamas, ha afirmado que hay que prestar atención si los síntomas se prolongan durante varios días y "acudir al médico de cabecera para distinguir si, por ejemplo, una fiebre es autolimitada o significa algo más".

El linfoma es un tipo de cáncer causado por la proliferación de linfocitos y del que existen varios subtipos, que se encuadran en los linfomas de Hodgkin y los linfomas no Hodgkin. En España, se diagnostican cada año unos 7.000 nuevos casos de linfoma, la mayoría de ellos no Hodgkin, y existen alrededor de 20.000 pacientes en el país.

La tos seca persistente, las dificultades en la respiración, el dolor de cabeza, el cansancio, la pérdida de apetito, la bajada de peso, la sudoración excesiva, la hinchazón indolora de los ganglios y la fiebre son algunas de las señales de que se puede padecer un linfoma.

Aún así, cada linfoma puede presentar uno u otros síntomas, y hay algunos más difíciles de diagnosticar que otros. Llamas ha explicado que el primer paso es "una exploración física, que arroja luz sobre si puede ser un linfoma", a la que sigue una exploración

complementaria, como "una radiografía, una ecografía o una tomografía axial computarizada (TAC), que es la técnica que mejor identifica dónde están localizadas las adenopatías o la infiltración de órganos que produce el linfoma". Si tras la realización de estas pruebas se mantiene la sospecha del linfoma, se procede a realizar una biopsia en las adenopatías presentes.

EL DIAGNOSTICO PRECOZ MEJORA EL TRATAMIENTO

Un diagnóstico precoz ayuda a mejorar el tratamiento y el pronóstico de los pacientes, tal y como ha explicado el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), el doctor José María Moraleda, que ha recomendado "acudir al médico lo antes posible cuando se detecte un crecimiento a nivel de los ganglios linfáticos, ya que el diagnóstico precoz es la mejor arma terapéutica".

Acudir tarde al hospital puede hacer que el linfoma se desarrolle hasta un estadio avanzado y sea más difícil de tratar. Por su parte, la presidenta de AEAL, Begoña Barragán, que también padece linfoma, ha asegurado que "aunque los tratamientos pueden funcionar, no lo hacen de la misma manera que cuando se cogen en las fases iniciales" y ha destacado que, actualmente, "cada vez más hay unidades específicas y médicos especializados en linfoma en los hospitales".

Actualmente el tratamiento para el linfoma se basa en la quimioterapia, que se complementa con radioterapia. En casos muy precoces, se puede aplicar únicamente radioterapia y se combina con la inmunoterapia a través anticuerpos monoclonales.