Los Magos de Oriente llegarán este sábado a Cibeles en carrozas tiradas por 18 caballos (seis para cada Rey) y precedidos por dos elefantes, una cebra, 70 ovejas, 50 ocas, 14 burros y tres dromedarios hasta sumar un total de 218 animales.
El desfile de este año está marcado por la austeridad --con una reducción del presupuesto de un 12 por ciento y con carrozas patrocinadas--, por el giro dado a su planteamiento recuperando el sentido antropológico de la Epifanía y convirtiendo la literatura en el hilo argumental, lo que se traducirá en el reparto de 20.000 cuentos de 'Los tres cerditos' y 'La cigarra y la hormiga', además de un millón de caramelos sin gluten.
Personajes de cuentos clásicos precederán la entrada de sus Majestades en la ciudad, en un recorrido que discurrirá por el eje del Paseo de la Castellana desde Nuevos Ministerios y hasta la plaza de Cibeles, en cuyo escenario se sucederán los espectáculos hasta que los Reyes Magos lean su mensaje alrededor de las 20.45 horas después de ser recibidos por la alcaldesa, Ana Botella.
Para hacer más amena la espera de los Reyes se proyectará en tres pantallas situadas en Cibeles diferentes versiones pictóricas de La Adoración mientras que varios coros cantarán desde las 18 horas villancicos populares en gallego, catalán, euskera y castellano, además de canciones navideñas en latín y de países como Suecia, Italia, Alemania, Francia o Argentina. Todo ello a cargo de los 60 niños de la Escolanía Nuestra Señora del Recuerdo, de los 60 menores del Coro de la Comunidad de Madrid y de los 33 de la Escolanía de El Escorial.
La primera en avanzar la llegada de los Reyes será la estrella de helio que abre la Cabalgata, de 12 metros. Cinco personas se encargarán de transportarla como símbolo de la estrella de Belén. Detrás irá el escuadrón ecuestre de la Policía municipal, su banda de música y carrozas patrocinadas por El Corte Inglés, Movistar, Universal Pictures o DreamWorks. 'VIVA LAS VEGAS' EN VERSION NAVIDEÑA
Los primeros animales llegarán de la mano de la carroza titulada 'La guardiana de las ocas', que hará que hasta medio centenar de estas aves paseen a sus anchas por una de las principales arterias de la capital. Todo ello acompañado por la banda de música de la Green Valley High School, procedente de Nevada, que entonará una versión especial del clásico 'Viva Las Vegas'.
Blancanieves y su cruel madrastra, Dorothy y su fiel Totó, lejos por una vez de Oz, Peter Pan o Alicia en el País de las Maravillas serán algunos de los clásicos personajes que cobrarán vida el 5 de enero.
Pero en toda cabalgata que se precie no pueden faltar los carteros reales y Madrid no puede ser menos: hasta 40 de ellos trabajarán esa noche contando con la ayuda de 14 burros, que les echarán una mano con las sacas llenas de cartas para los Reyes Magos.
La comitiva real irá precedida por dos elefantes asiáticos y por el Angel de la Anunciación, un espectáculo aéreo a cargo de Heliosphere, que irán despejando el camino para las estrellas de la noche, los Magos de Oriente. LLEGAN LOS REYES
El Rey Melchor procede del Imperio Bizantino o, como ha matizado el delegado de Las Artes, Fernando Villalonga, "viene de Tarteso, de Andalucía, según el Papa". Llegará a Madrid a bordo de una carroza tirada por seis caballos blancos y que contará con una esfera armilar, un instrumento astronómico que le permitirá seguir la estrella hasta Belén. Su presente, el oro, irá guardado en un cofre en la parte posterior de la carroza.
La comitiva del Rey Gaspar, llegado desde Persia, irá tirada por seis caballos zaínos y su instrumento óptico será un telescopio. Su regalo, el incienso, irá en un pequeño templete de oro.
Baltasar, procedente de Africa, irá en una carroza tirada por seis caballos negros y dispondrá de un sextante para seguir a la estrella. La mirra irá dentro de un ánfora encima de una base decorada con el símbolo africano de la fortaleza del hombre.
Tres dromedarios cargados de regalos cerrarán el desfile. Tras el discurso de los Reyes llegará el broche final con el espectáculo pirotécnico que despedirá a los más pequeños para que se metan pronto en la cama y dejen a los Magos de Oriente hacer su trabajo.
