Madrid lleva a cabo la mayor renovación del alumbrado público del mundo

Luces de Neptuno
Ahorro energético |Archivo

Madrid lleva a cabo actualmente la mayor renovación del alumbrado público emprendida hasta ahora por una ciudad en todo el mundo con la sustitución de 225.000 puntos de luz antiguos por otros de última tecnología que permitirán ahorrar a la ciudad 115 millones de euros en ocho años.

Ese es el plazo de duración del contrato que adjudicó el Ayuntamiento de Madrid para la gestión de todas las instalaciones urbanas que consumen electricidad, desde el alumbrado de las calles a los semáforos, pasando por las fuentes ornamentales y los túneles y galerías de servicio.

Las empresas adjudicatarias de los tres lotes en que se dividió ese contrato, entre las que se encuentran los principales proveedores de alumbrado y de servicios en general, son las encargadas de cambiar los 225.000 puntos de luz, por fases y sin que en ningún momento se quede sin luz ni aún el más pequeño tramo de calle.

Todo el proceso, apenas imperceptible para los ciudadanos, se realiza bajo supervisión e inspección del Ayuntamiento y sin coste para los madrileños.

Según ha indicado a Efe el jefe del Servicio de Instalaciones Urbanas del Ayuntamiento de Madrid, Alejandro Oliver, la renovación, que se inició en el último trimestre de 2014 y finalizará a lo largo de primer semestre de este año, ha permitido sustituir ya alrededor de un 65 % del total de luminarias, cerca de 150.000.

Cuando llegue el verano, en la capital de España lucirán 84.000 luminarias con tecnología LED, fundamentalmente en los puntos de luz situados a menos altura del suelo -hasta 4 metros-, y se habrán cambiado los equipos electrónicos de otras 124.000 unidades, según ha informado el Ayuntamiento.

Con esta renovación desaparecerán, por ejemplo, las 51.000 farolas tipo globo instaladas por toda la ciudad a principios de los años 90, que desperdician hacia el cielo la mitad de su potencial lumínico, y se cambiarán las bombillas incandescentes de los 33.000 faroles clásicos del casco histórico por paneles LED fabricados en Valladolid, según ha informado Philips, cuya tecnología eligieron las adjudicatarias del contrato.

Además, se instalarán nuevos sistemas de reducción del consumo en 194 de las 430 instalaciones hidráulicas ornamentales.

Ya hace años, Madrid retiró las luces tradicionales de 45.211 semáforos que regulan 1.947 cruces para instalar en su totalidad tecnología LED.

El alumbrado de Madrid ya cuenta con cuadros de mandos que permiten regular la iluminación para ofrecer luz cuando y donde se necesita, "evitando derroches y maximizando la eficiencia", según ha señalado Philips, por lo que en las instalaciones "hay que cambiar muy pocas cosas", como ha declarado a Efe Alejandro Oliver.

Además, la multinacional ha apuntado que todas las lámparas y luminarias retiradas con la renovación serán recicladas según las normativas vigentes, comenzando por la separación en origen y tratando con especial atención aquellos productos que tengan metales pesados, como el mercurio.

En total, las empresas adjudicatarias -ACS, a través de sus filiales SICE, Imesapi y Etralux; Ferrovial Servicios, FCC, Urbalux, Citelum Ibérica, Indra Y Telvent-, invertirán 144 millones de euros.

De esa cantidad, 36 millones se destinarán a alumbrado público y fuentes ornamentales, 51 a la renovación de las instalaciones que han llegado al final de su vida útil o han quedado obsoletas -túneles, galerías, semáforos, sistemas de cámaras o accesos- y 57 a conservación y mantenimiento a lo largo del contrato.

El coste de esta renovación lo recuperarán las empresas durante los ocho años de contrato precisamente mediante el ahorro que se obtendrá en el consumo, que el Ayuntamiento cifra en un 36 % respecto al actual.

Ese ahorro equivale al consumo energético de una ciudad de 226.000 hogares o a las emisiones de casi 115.000 vehículos y supone además evitar la emisión a la atmósfera de más de 168.000 toneladas de CO2.

El jefe del Servicio de Instalaciones Urbanas del Ayuntamiento ha asegurado que este modelo de gestión empieza a ser copiado en otras partes del mundo y ya ha sido explicado a los responsables municipales de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) y de distintas urbes europeas.