El Gobierno central, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid han ultimado hoy el Plan de Actuación ante Nevadas para el invierno, que contará con 150 máquinas quitanieves y 62 esparcedoras de sal para afrontar las inclemencias del tiempo con la vista puesta especialmente en los accesos a los núcleos urbanos.
La Delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha presidido la mesa técnica que se ha constituido esta mañana con representantes de las tres administraciones, precisamente en una jornada en la que se ha dado el primer aviso de nieve en la Sierra de Madrid.
La región contará con 150 máquinas quitanieves, 62 esparcedoras de sal y almacenes de fundentes que se distribuyen en 16 municipios de la Comunidad.
El Plan de Actuación se centra en la coordinación institucional, en la prevención para incrementar la eficacia de los medios técnicos y humanos, y en la reducción de las incidencias de la meteorología sobre la vida ciudadana.
Cifuentes ha insistido en la necesaria "cooperación institucional", que se ha potenciado porque "las redes de carreteras están interrelacionadas" y esto permite prestar "un servicio más eficaz a los ciudadanos".
En la planificación se concretan 67 puntos para el establecimiento de restricciones de tráfico y 53 áreas de estacionamiento de camiones.
Los principales puntos conflictivos en las carreteras madrileñas por el temporal se sitúan en el Puerto de Somosierra (1.444 metros de altitud), en la A-1 -desde el kilómetro 84 al 96 y el Puerto del León (1.511 metros)- y en la A-6 -desde los kilómetros 50 al 57-.
También son tramos conflictivos en la A-1 desde el kilómetro 57 al límite de la provincia de Segovia, y en la A-6 entre el kilómetro 42 y el límite de la Comunidad.
Asimismo han quedado establecidos los procedimientos operativos que deberán llevarse a cabo según las fases de alerta, preemergencia y emergencia.
En la pasada campaña de nevadas, del año 2011-2012, se registraron escasos episodios de nieve que dieron lugar a la activación, en dos ocasiones, del plan de actuación la región.
El plan diseñado se basa en el protocolo por el que se rige la Administración General del Estado, que, según Cifuentes, tiene como fin "evitar los efectos negativos de fenómenos meteorológicos" que pueden llegar a perjudicar la actividad económica con "pérdidas de jornadas laborales o retrasos en la entrega de mercancías".
