IU pide el voto para "acabar" con reformas que "aplastan" a trabajadores

  • Se comprometen a modificar la legislación para combatir la "esclavitud horaria" que sufren los trabajadores de grandes almacenes

Los candidatos de IU a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid, Luis García Montero y Raquel López, han pedido hoy el voto para la coalición para "acabar" con la reforma laboral y con la ley de liberación de horarios comerciales "que aplastan" los derechos de miles de trabajadores. Acompañados por el coordinador general de IU, Cayo Lara, los dos candidatos se han reunido en la céntrica plaza de Callao con un nutrido grupo de trabajadores de empresas como el Corte Inglés, Zara, Makro, Ikea o Alcampo, quienes han denunciado las "duras condiciones de trabajo" y la "esclavitud" a que están sometidos.

García Montero ha asegurado que el testimonio de estos trabajadores es "la mejor radiografía" de la situación actual de la democracia española. El aspirante a gobernar la Comunidad de Madrid ha lamentado que como consecuencia de los turnos "abusivos" de trabajo "hay muchas familias que no pueden conciliar la vida" y se ha comprometido a modificar la legislación para combatir la "esclavitud horaria" que sufren los trabajadores de grandes almacenes. No es una "pose electoral en plan oportunista", aseguró Cayo Lara, sino un compromiso firme con los trabajadores que han visto empeorar sus condiciones laborales debido a las reformas legislativas aprobadas en los últimos años.

Recordó que hace 147 años se conquistó la jornada laboral de 8 horas, dejando otro tanto para descansar y otra parte igual para vivir, y no puede ser que ahora "quieran devolvernos al modelo de Bangladesh" y dar "marcha atrás en la historia". Clamó por ello a los votantes de izquierdas a respaldar a las candidaturas de la coalición, que siempre ha estado con los trabajadores, tanto en los parlamentos como en las calles, para lograr los votos suficientes con los que "echar al PP" de los gobiernos y argumentó que el PP defiende "la desregularización, la liberalización y la flexibilidad" que acaban mermando los derechos de los trabajadores, y que además ese partido es "una suma de bandas organizadas para trincar" de las administraciones públicas.

García Montero, es "la mejor radiografía" del estado actual de la democracia y de la vida cotidiana de los ciudadanos: "trabajo degradado, salarios indecentes y ningún derecho". Explicó que Izquierda Unida no quiere limitarse a recoger esa indignación sino cambiar el modelo que ha conducido a esa situación y defender el trabajo decente y el salario digno.

Raquel López acusó a esas empresas de "aplastar" los derechos más básicos de los trabajadores. Explicó que ella misma trabajó durante una temporada en un centro de Carrefour y era "insufrible". Su apuesta, insistió, es por el comercio de proximidad y por el empleo de calidad.