Gómez exige a Aguirre y Botella que normalicen la relación de sus instituciones

El líder del PSM, Tomás Gómez, ha confiado en que Esperanza Aguirre y Ana Botella "normalicen" la relación entre la Comunidad y el Ayuntamiento de la capital y ha esperado que ambas "dejen sus contiendas partidistas en Génova" y se dediquen a trabajar por los madrileños. Gómez se ha reunido con el portavoz del PSM en el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, para poner en común el trabajo del grupo municipal socialista y del grupo parlamentario en la Asamblea.

Ante la reunión que mantendrán el miércoles la presidenta regional y la alcaldesa, Gómez y Lissavetzky han confiado en que se supere la mala relación entre la Comunidad y el Ayuntamiento que, según han dicho, imperó mientras Alberto Ruiz-Gallardón fue regidor y Aguirre presidenta. Una mala relación, ha dicho Gómez, que tuvo como principales perjudicados a los madrileños, por lo que ha confiado en que ahora que las dos instituciones "están gobernadas por la parte más radical y dura del PP", haya diálogo y las políticas se coordinen. Con todo, se ha mostrado escéptico, puesto que, según ha dicho, ambas podrían aspirar a ser candidatas a la Alcaldía de Madrid en las próximas elecciones, y por eso ha pedido a las dos que "dejen sus contiendas partidistas en Génova y se dediquen a trabajar por los madrileños".

MAS DE 200 DIAS PERDIDOS

Jaime Lissavetzky ha lamentado que los meses que Gallardón ha sido alcalde durante esta legislatura hayan supuesto "más de 200 días perdidos" porque "estaba con la cabeza en otra parte", y ha celebrado que Botella y Aguirre no hayan tardado mucho en sentarse a hablar.

Gómez y Lissavetzky han remarcado que la principal prioridad de ambas administraciones ha de ser la creación de empleo, y por ello han pedido un plan de choque contra el paro que, entre otras cosas, fomente la inversión pública, apoye el sector turístico y al pequeño comercio, o dé solución al problema de la vivienda.

Para el portavoz en el Ayuntamiento, es imprescindible tomar medidas que frenen el elevado número de desahucios, y ha apelado tanto a Aguirre como a Botella a descolgar el teléfono y hablar con las entidades financieras para intentar buscar una solución.

Gómez, a este respecto, ha señalado que además de negociar que las futuras hipotecas permitan la dación en pago, Aguirre debería impulsar un acuerdo con las principales entidades financieras que operan en Madrid para que en las hipotecas ya vigentes se permita una moratoria de hasta dos años para aquellas personas que se quedan en paro, porque a los bancos "les interesa mantener un cliente que pague más tarde antes que tener otra vivienda en stock".

También el transporte debe ser objeto de debate entre Aguirre y Botella, según Gómez y Lissavetzky, que han recordado que el uso del transporte público ha bajado en los últimos años y, a la vez, ha habido un aumento de tarifas del 77%. Lissavetzky ha mostrado su preocupación por que el traspaso de la gestión de Metro a la Comunidad -con la menor aportación de ingresos, al no contar ya con financiación del Ayuntamiento- suponga o un nuevo "tarifazo", o peor calidad en el servicio o sea el primer paso de una privatización.

Otros problemas que, según los socialistas, se deben abordar es la situación de la Cañada Real -a la que hay que dar una solución no sólo urbanística, sino también de atención social- y el desequilibrio que hay entre los distintos barrios y distritos.