Espectáculo de la madrileña Zenaida Alcalde, que ha trabajado con Tim Burton, en el Price

  • Actuará en '¿Y ahora qué?', premio del público en la última edición del festival Artescena de Ávila

El Teatro Circo Price acogerá este fin de semana un espectáculo de la trapecista Zenaida Alcalde, quien ha participado en la última película del director Tim Burton.

Alcalde actuará en una pieza madrileña y "cien por ciento femenina" junto a las artistas Laura Charlie, María Mateo y Rebeca Pérez; cuatro mujeres para un "retrato transgeneracional de los anhelos más personales".

Premio del Público en la última edición del festival Artescena de Ávila, '¿Y ahora qué?'busca conectar con espectadores de todo tipo en una obra llena de humor y sentimiento.

En sus más de diez años de trayectoria, Alcalde no ha dejado de crecer hasta convertirse en una artista multidisciplinar, tan capaz de hacer un solo de trapecio como de actuar a las órdenes de Tim Burton en la última película de Disney que se estrenará en 2019.

Paula, Susana y Eva, tres jóvenes acróbatas del aire, cada una en un momento crucial de su vida, conviven con Magda, una pintora de más edad cuya experiencia será clave en esta encrucijada de caminos.

La pista del Circo Price se trasformará en una casa con 910 metros de cuerda, lienzo y pinturas, que dará cobijo a este relato vitalista, poético y esperanzador, lleno de humor y fascinación por lo más existencial y cotidiano del ser humano.

"Ahora que tengo que tomar una decisión vital/ Ahora que mi cuerpo no es el de antes/ Ahora que me gusta lo que soy/ Ahora que comprendo que mi debilidad es también mi fuerza". Cuatro voces distintas que formulan una misma pregunta: ¿Y ahora qué?

Tres personajes se desplazan por el espacio escénico, ágiles, inquietos y libres de gravedad. La suma de talentos que conforma esta pieza incluye a una artista plástica junto a diferentes técnicas aéreas, como la cuerda lisa y el trapecio, que se presentan coreografiadas sobre una pared de cuerdas de algodón de seis metros de altura por cuatro metros de ancho.

La verticalidad de este elemento supone una "provocación constante" para las artistas que encontrarán en él un muro escalable y permeable, un obstáculo salvable, una dificultad y un apoyo para quedar suspendidas en el aire.