Detenida una pareja por abandonar a un menor en el coche para irse de copas

La Policía Nacional ha detenido a Pablo Andrés T. y a Silvia Paola S. S., de 27 y 23 años respectivamente y nacionalidad ecuatoriana, por un presunto delito de abandono de menor, después de que dejaran a su hijo de seis años en el interior de su vehículo para irse de copas.

Los hechos tuvieron lugar en torno a las tres de la madrugada del pasado domingo, cuando agentes de la comisaría de Tetuán que se encontraban patrullando por una zona de ocio del distrito, conocida como los bajos de Azca, vieron en el interior de un Ford Focus azul a un niño solo y llorando, según la Jefatura Superior de Policía.

Al acercarse al coche, los agentes comprobaron que no había sido cerrado con llave y que había un niño pequeño sentado en el asiento del conductor, llorando y con síntomas de hipotermia.

El pequeño dijo a los policías que no sabía cuánto tiempo llevaba en el vehículo, lo que la investigación posterior sitúa en torno a cuatro horas, y que sus padres habían salido a comprarle un regalo con unos amigos.

A través de la Oficina de Atención al Ciudadano, los agentes consiguieron localizar al padre del niño, quien afirmó que no sabía nada del menor porque él se encontraba en Oporto (Portugal). Al cabo de unos minutos, la madre del niño se personó en el lugar de los hechos, acompañada de su hermana y el novio de ésta, todos ellos con claros síntomas de embriaguez, y explicó a la policía que "había salido sólo un momento".

Tras las preguntas de los agentes, la mujer informó de que su marido se encontraba en esos momentos en una discoteca cercana, a donde se dirigió la policía para detenerlo.

Los agentes han explicado que los padres no preguntaron en ningún momento tras su detención por el estado físico del menor y calificaron de algo "normal" y "habitual" que el pequeño permaneciese en el coche mientras ellos se ausentaban.

Los padres han pasado a disposición judicial y se les acusa de un delito de abandono de menor, mientras que el pequeño fue llevado a la comisaría de Tetuán y, en torno a las siete de la mañana, era recogido por la tía de su madre, quien se hizo cargo de él y con quien permanece actualmente.