Desarticulado un taller ilegal en Carabanchel donde se explotaba a 13 chinos

La Policía Municipal de Madrid ha detenido al responsable de un taller ilegal de confección y a otras siete personas, que se encontraban en situación irregular en España, en un local de Carabanchel donde 13 ciudadanos chinos trabajaban en condiciones de hacinamiento, ha informado el Ayuntamiento. Concretamente, estas personas trabajaban en las instalaciones, en la calle del Aguacate, en unas deficientes condiciones higiénico-sanitarias y de hacinamiento, ya que también pernoctaban y comían en una habitación del mismo local.

La intervención se originó en cuando los agentes de Policía Municipal estaban realizando un servicio rutinario de inspección de locales de hostelería y comercio. Las quejas recibidas por la Oficina de Atención al Ciudadano de Policía Municipal en relación a malos olores y ruidos en las inmediaciones de la calle del Aguacate, dieron lugar a la investigación de todas las actividades empresariales que pudieran estar llevándose a cabo en esa zona.

En el transcurso de la investigación se observó la existencia de un local, aparentemente cerrado, frecuentado por ciudadanos asiáticos. Durante el acceso al mismo los agentes pudieron comprobar que se trataba de un taller clandestino. En el interior del taller, los agentes de Policía Municipal observaron a varias personas trabajando en máquinas de confección textil, así como la existencia de habitaciones de pequeñas dimensiones donde se apilaban varios camastros y una cocina de gas butano. Todo ello en un alarmante estado de suciedad, sin ventilación alguna y con múltiples irregularidades en materia de seguridad e higiene.

Durante la inspección se localizó a seis personas indocumentadas, que fueron puestas a disposición judicial en virtud a la L.O. 4/2000 dada su situación irregular en España. Otra persona, con pasaporte chino, tenía incoado un expediente de expulsión, por lo que fue trasladada a dependencias policiales. Seis personas más contaban con permiso de residencia. Todos ellos eran de origen chino y tenían edades comprendidas entre los 22 y los 47 años.

El responsable del taller, cuyas iniciales son Z.Q., de 42 años, que tenía trabajando de manera ilegal a las 13 personas en turnos de entre 14 y 16 horas, según ellos mismos reconocieron, sin contrato laboral y con un sueldo de 400 euros al mes, también fue detenido y puesto a disposición judicial.