Desarticulado un grupo que plantaba marihuana y obligaba a menores a robar

  • Las cultivaban en distintas localidades de la region

La Guardia Civil ha desarticulado, con la detención de 19 personas, uno de los mayores grupos de distribución de droga en el noroeste de la Comunidad de Madrid, que financiaba parte de sus plantaciones de marihuana con robos que perpetraban menores a los que amenazaban.

Según ha informado hoy la Comandancia de la Guardia Civil, la denominada operación Huertas ha supuesto un "duro golpe" al narcotráfico asentado en la sierra noroeste madrileña y además ha evitado la extorsión que el grupo ejercía sobre menores a los que obligaba a robar bajo amenazas.

En la operación se han intervenido 2.000 plantas de marihuana, algunas a punto de ser recolectadas, más de tres kilos de esa droga triturada, así como numerosos cogollos secos, 300 gramos de hachís, 1.300 gramos de MDMA, dinero en efectivo, una pistola detonadora, otra eléctrica y numerosos teléfonos móviles.

Seis de los arrestados han ingresado en prisión tras su puesta a disposición judicial, mientras que el resto ha quedado en libertad.

La investigación comenzó el pasado mes de junio tras detectarse un repunte en la venta de droga en la zona noroeste de la región, por lo que se intensificó la vigilancia sobre posibles sospechosos, algunos de ellos delincuentes habituales.

Así se llegó hasta un joven español de 25 años vecino del barrio de San Gregorio de Galapagar que finalmente se supo que era el cabecilla del entramado.

Tras él se ubicaban otras dos personas: un ciudadano rumano que trabajaba como personal de seguridad en una discoteca de Galapagar y aprovechaba este trabajo para captar clientes, y un ciudadano colombiano que supuestamente distribuía la droga y controlaba las plantaciones de la banda, ubicadas en diferentes versas poblaciones de la sierra noroeste.

Otro de los grupos del entramado se había especializado en extorsionar a menores, a los que obligaban a perpetrar robos y vender droga, pegándoles palizas en caso de negarse y amenazándoles con armas de fuego y pistolas eléctricas.

Este grupo estaba integrado por siete personas: un responsable de confianza del cabecilla, cinco personas de origen español -dos de ellos hermanos gemelos-, y un ciudadano originario de Marruecos, todos ellos conocidos delincuentes de Galapagar.

El jefe de todo el entramado era el encargado de recibir los objetos robados, venderlos y repartir el botín entre el resto, y gran parte de los beneficios se dedicaba a adquirir la infraestructura necesaria para el cultivo de marihuana y comprar otras drogas.

Para no ser descubiertos, los principales integrantes del grupo habían buscado viviendas unifamiliares, alejadas de los núcleos urbanos, en las localidades de Valdemorillo, Galapagar, Zarzalejo, Colmenarejo, El Escorial y Guadarrama.

Los bajos de estas viviendas habían sido acondicionadas para cultivar marihuana.

Para el cultivo y cuidado de las plantaciones "contratraban" a diferentes personas que, a cambio de unos 15.000 euros por cultivo completo, realizaban todo el mantenimiento hasta que el crecimiento de las plantas alcanzaba el punto de recolección.

La semana pasada los agentes detuvieron a los 19 integrantes del grupo y practicaron 16 registros domiciliarios.

Los detenidos están acusados de organización criminal, delitos contra la salud pública, extorsión, receptación y robo con fuerza.