Desarticulado un grupo juvenil que se dedicaba al robo con violencia e intimidación en Pinto

La Guardia Civil ha desarticulado un grupo juvenil que se dedicaba al robo con violencia e intimidación en la localidad madrileña de Pinto, donde han detenido a siete personas de edades comprendidas entre los 14 y los 18 años, según ha informado la Benemérita a través de un comunicado.

Entre los detenidos hay cinco jóvenes menores de edad. Los detenidos mayores de edad son M.J.P.P. y G.A.C.R., ambos de 18 años de edad y de origen ecuatoriano y colombiano. Se les imputa hasta el momento diez delitos de robo con violencia, además de otro de participación en Grupo Criminal y una falta de receptación.

Una vez recibidas varias denuncias en el Cuartel de la Guardia Civil de Pinto en las que se hacía referencia al robo de teléfonos móviles de personas de temprana edad, se iniciaba la 'Operación Buenos Aires'. Según ha apuntado la Benemérita, los detenidos no dudaban en utilizar la violencia en sus robos si las víctimas se resistían

De hecho, en varios casos llegaron a esgrimir armas blancas "de grandes dimensiones" tales como machetes o navajas e incluso un arma de fuego. Uno de los detenidos portaba en el momento de su identificación una mochila con un arma de fogueo, dos navajas tipo mariposa y un pasamontañas.

Según ha apuntado la Guardia Civil, el grupo elegía normalmente como víctimas a personas "con cierta vulnerabilidad" como, por ejemplo, menores y ancianos, los cuales eran asaltados en grupos reducidos de tres o cuatro personas, reuniéndose posteriormente con el resto del grupo en un parque de la zona norte o en un locutorio de la localidad.

Tras las investigaciones oportunas, la Guardia Civil logró identificar a los siete integrantes del grupo y localizar varios de los terminales robados, los cuales estaban siendo utilizados por familiares de los autores o por personas que hacían de receptadores de los mismos por un precio inferior al que tenían en el mercado.

Como consecuencia de los hechos, la Guardia Civil efectuó una entrada y registro en los domicilios de las personas investigadas y en un locutorio que era propiedad de uno de los detenidos, incautándose de numerosas armas blancas, diversos teléfonos móviles y varias prendas de ropa que utilizaban para ocultar sus rostros.