Cazadores furtivos siempre ha habido, pero en los últimos meses, parecen haberse trasladado a los parques públicoas de localidades como Leganés o Alcorcón. Los vecinos denuncian que cada dia más, en el parque de las Presillas, situado al sur de Madrid, están aumentando los casos de caza furtiva, en la que se utilizan cepos, trampas y redes para atrrapar a las liebres, conejos y palomas que hay en el parque. No se trata de un único caso. Tambien esta pasando en otros parques de la zona sur como el de Polvoranca. Una actividad prohibida, castigada y peligrosa, que va en aumento por la crisis y por una idea equivocada de lo que es la caza. Su actividad resulta peligrosa porque utilizan galgos, trampas o cepos, sin tener en cuenta que puede haber niños jugando.
Las patrullas de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil se encargan de identificarles y tramitar las denuncias que pueden llegar hasta los 3.000 euros
Por otra parte, recientemente, Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid se han incautado de 11 cepos y 21 lazos en un coto del municipio de Titulcia. Los agentes fueron alertados por un particular, que encontró un zorro atrapado en una trampa colocada junto a un vallado, según informó el Gobierno autonómico.
Las zonas de la Comunidad de Madrid con mayor número de intervenciones por el hallazgo de este tipo de sistemas se sitúan en el sureste y suroeste de la región.
El Gobierno regional pide a cualquier ciudadano que detecte la utilización de unos de estos medios o animales que pudieran haberse visto afectados por los mismos, que lo pongan en conocimiento de manera inmediata a través del teléfono de los Agentes Forestales 900 181 628 o en el teléfono de emergencias Madrid 112, y que no toquen al animal más allá de lo meramente imprescindible.
por necesidad.
