Condenado a 82 años el líder de la banda de violadores del parque del Oeste

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 82 años y seis meses de prisión a César Urquiza, cabecilla de la conocida como "banda de violadores del parque del Oeste" y que ha sido considerado autor de cuatro delitos de agresión sexual continuada cometidos en 2007.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la sección quinta de la Audiencia madrileña establece en 20 años el límite máximo de cumplimiento efectivo de la condena, aunque le aplica el artículo 78 del Código Penal, de modo los beneficios penitenciarios que pudieran corresponderle se aplicarán sobre el total de la pena impuesta y no sobre ese límite.

Además de los delitos de violación, el tribunal ha condenado a Urquiza, de 21 años y nacionalidad boliviana, por cinco delitos de robo con intimidación agravado por el uso de arma -ya que amenazaba a sus víctimas con un cuchillo y les quitaba los objetos de valor- y a indemnizar a cada una de las mujeres agredidas con 72.000 euros.

Las violaciones que se han estimado probadas fueron cometidas los días 15 y 27 de agosto y 10 y 21 de septiembre de 2007, según la resolución judicial.

La Fiscalía acusó a Urquiza de cuatro violaciones y de seis robos con intimidación y pidió para él 87 años de prisión, mientras que una de las acusaciones particulares elevó la petición de pena a 239 años de cárcel al imputarle trece delitos de violación por haber forzado más de una vez a las chicas, una de ellas de 17 años en el momento de la agresión.

Además de Urquiza, en la vista fueron juzgados como cooperadores necesarios el ecuatoriano Giovanni Javier V.S., la colombiana Leslie Carolina I.H., Andrés Felipe G.M. y John Alexander I.A., que supuestamente vigilaban a las parejas de las víctimas mientras él abusaba de las jóvenes, aunque todos ellos han sido absueltos.

Los psicólogos han diagnosticado a Urquiza un posible trastorno antisocial de personalidad, pero el tribunal considera que "no debe operar como circunstancia eximente ni atenuante de la responsabilidad criminal, sin perjuicio de que dicho trastorno (...) exigirá que Instituciones Penitenciarias tenga una importante y difícil misión en el necesario e intenso tratamiento que precisa".

La sala añade que las personas con este trastorno, "antiguamente llamados psicópatas desalmados", pese a la "incorregibilidad de sus actos", tienen "suficiente inteligencia para inhibirlos e incluso corregirlos".

Todas las víctimas de Urquiza eran chicas que se encontraban acompañadas de sus novios o de algún amigo en el parque y a las que el ahora condenado amenazaba con una navaja o con un cuchillo de grandes dimensiones y les exigía que le entregaran todo lo que tuvieran de valor y le facilitaran los números secretos de sus tarjetas de crédito, con las que luego sacaba dinero.

A continuación, obligaba a tumbarse boca abajo a los chicos y se alejaba con las chicas hacia una zona del parque con muchos árboles, donde abusaba sexualmente de ellas.

Urquiza llegó a violar a una de las víctimas manteniéndola tumbada boca arriba encima de su novio, hecho por el que también ha sido condenado a dos años de prisión por un delito contra la integridad moral de éste y a indemnizarle con 15.000 euros.

Según sostuvo la Fiscalía en su escrito de conclusiones, el condenado llegó a decir a alguna de las mujeres agredidas que tenía que pagar por "todo lo que los españoles habían hecho a los latinos".