Condenado a 15 años de cárcel el hombre que mató a una comerciante china en Moratalaz

Piden 6 años de carcel para los padres que encerraron con candado a su hija
La Audiencia Provincial de Madrid juzgará a partir de este martes a unos padres por encerrar en julio de 2013 a su hija de 16 años con un candado en una habitación, durante dos días, después de que llegara una hora tarde de una fiesta y por pegarla. Esta pareja será juzgada por la comisión de un delito de detención ilegal y otro de lesiones en el ámbito de la violencia doméstica. El fiscal solicita para cada uno de ellos una pena de seis años de prisión. |Telemadrid

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 15 años y medio de cárcel al autor del homicidio de una comerciante china, un crimen que se cometió en febrero el 2 de 2014 en el distrito madrileño de Motaralaz. En una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, los magistrados imponen a Israel R. M. esta pena por delitos de homicidio, tenencia de armas y tres faltas de lesiones.

Los hechos se produjeron el 2 de febrero de 2014, cuando el procesado, con ánimo de enriquecerse económicamente, entró en el local Supermercados Salud, que regentaba Keyi Zhu y su mujer Chen Juan, ambos súbditos chinos, cubriéndose el rostro con la capucha de una sudadera que llevaba puesta.

Chen Juan, de 29 años, estaba tras la caja registradora, en compañía de su hijo de ocho años de edad, cuando Israel sacó un revólver Smith & Wensson, para el que no tenía guía de pertenencia ni licencia de armas, mientras gritaba: "Dame el dinero".

Chen Juan se negó a entregárselo y se inició un forcejeo al que el acusado puso fin al colocar el arma a la altura de la cabeza de la mujer y disparar un tiro que le entró por la sien izquierda, lo que le provocó la muerte de manera casi inmediata.

El acusado, ya sin impedimento alguno para arrancar del mostrador la caja registradora, huyó del local ante la mirada sobrecogida e impotente del hijo de la fallecida. Alertados los viandantes por la detonación del arma, se acercaron al supermercado y al ver lo sucedido llamaron a Policía y Samur.

Uno de los ciudadano resultó ser médico e intentó maniobras de reanimación, pero nada podía hacerse ya porque la herida por arma de fuego le había producido un traumatismo severísimo con pérdida de masa encefálica.

La Policía apresó a Israel después de un forcejo y luego de que tirase en medio de la calle la caja registradora cuando le perseguían los agentes y los viandantes que le habían visto salir del supermercado. En la caja registradora había 277,88 euros.