La Comunidad destruye 120.000 productos no aptos para el consumo

  • El 98% son juguetes de pequeño tamaño, la mayoría con semillas de alta toxicidad como la abrina

La Comunidad de Madrid ha destruido 120.000 productos no aptos para el consumo por diversos riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores, según una nota de prensa del Gobierno regional.

El consejero de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio, y la alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, Paloma Adrados, han asistido hoy en el punto limpio de la localidad a la eliminación de estos productos, que han sido rechazados según los informes técnicos emitidos por laboratorios con los que trabaja la Dirección General de Consumo.

En esta operación de destrucción, se han eliminado 31 tipos de artículos, la mayoría de ellos juguetes, un 98%, entre los que destacan los que incorporan materiales de alta toxicidad, como semillas de abrina (30%), molinillos voladores (22 %), muñecos "fuffer ball" (12%), muñecos de goma con pito (5%) y perros de peluche (4%).

Los demás objetos destruidos son maquinaria, como gatos hidráulicos, sierras de calar, corta setos, máquinas de taladrar y cortadora de césped, y también electrodomésticos y material eléctrico, como tostadoras, barbacoas, ventiladores y robots de cocina.

En cuanto a la procedencia de los productos, destacan los de la operación Black Toys 2014, realizada el pasado mes de diciembre por la Dirección General de Consumo en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y la Policía Nacional en el Polígono Industrial Cobo Calleja de Fuenlabrada y en un local de Valdemoro, de donde proceden casi todas las unidades destruidas.

Otro medio centenar de pequeños electrodomésticos y otros aparatos proceden de la campaña de control de productos de consumo eléctrico y de máquinas realizada por la Fundación para el Fomento de la Innovación Industrial, de la Universidad Politécnica de Madrid.

El consejero de Economía y Hacienda ha resaltado que la Comunidad de Madrid retiró en 2014 223.000 productos tras 129 notificaciones de alerta, la mayor parte por riesgos de asfixia, choque eléctrico y, en menor medida por probabilidad de producir accidentes por calentamiento y lesiones leves.