Colmenar Viejo pone en marcha un proyecto piloto para combatir la procesionaria

  • Instala cajas nido para carbonero y murciélago
Caja nido para carbonero y murciélago
Caja nido para carbonero y murciélago

Las concejalías de Medio Ambiente y Medio Rural del Ayuntamiento en Colmenar Viejo, en colaboración con los alumnos y profesores del Aula de Compensación Educativa del IES Marqués de Santillana, van a instalar cajas nido en la repoblación de pinos de la Dehesa de Navalvillar, como parte de un proyecto piloto en el que se busca facilitar la presencia de determinadas especies de aves insectívoras y murciélagos, depredadores naturales de la procesionaria del pino.

Se trata de una medida con la que se pretende controlar y prevenir de forma natural la propagación de esta oruga, que se alimenta de especies coníferas como el pino, comiéndose los brotes de sus acículas y dañando la foliación, según ha informado el consistorio en un comunicado.

Caja nido para carbonero y murciélago
Caja nido para carbonero y murciélago

"A los tratamientos fitosanitarios habituales llevados a cabo el pasado mes de noviembre en los pinos del entorno urbano, sumamos esta alternativa ecológica que no tiene ningún impacto negativo en la naturaleza y los seres humanos. A la vez que damos un paso más en el los procesos de cuidado del Medio Ambiente, colaboramos en la integración de estos alumnos con un proyecto muy enriquecedor para ellos", ha señalado el concejal de Medio Rural, Jesús Fernández Fuillerat.

En las próximas semanas se probará en la Dehesa de Navalvillar si esta medida es realmente efectiva, ya que las cajas nido se instalarán en cuanto suban unos grados las temperaturas, para que en el momento en el que empiecen a llegar los animales tengan esta alternativa en su anidación.

Los 19 alumnos del ACE del IES Marqués de Santillana, con la ayuda de cinco profesores del centro y el del guarda rural de la Dehesa de Navalvillar, fabricaron 30 cajas nido durante el año pasado en su taller de carpintería.

Cajas artesanales

Fueron realizadas de forma artesanal en madera de pino, y no se utilizaron productos químicos ni disolventes. Como parte del proyecto, los alumnos harán el seguimiento de la ocupación de los nidales artificiales mediante visitas a la Dehesa de Navalvillar a lo largo del curso escolar.

De las 30 cajas, 20 serán para facilitar el refugio y nidificación de pájaros como el carbonero y el herrerillo, cuyo diámetro de entrada al nido tiene una medida concreta para que solo puedan acceder al interior estas pequeñas aves, que son de los pocos depredadores naturales que actúan contra las larvas de la procesionaria.

Los otros 10 nido son específicos para el refugio y cría de colonias de murciélagos, otro depredador natural de la oruga, con un diseño plano y estrecho, y un ranurado especial en todo el interior que facilita la habitabilidad de este mamífero volador.