Carmena: Madrid tiene que ser "una capital del abrazo"

  • Participa en un acto de homenaje a los abogados asesinados en la matanza de Atocha de 1977

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha reivindicado hoy que la ciudad tiene que ser "una capital de paz" y "del abrazo", en alusión al monumento de Juan Genovés que homenajea a los abogados asesinados en la matanza de Atocha de 1977. En un acto organizado por CCOO con motivo del cuadragésimo aniversario del atentado, Carmena ha reivindicado el papel en la Transición de los letrados laboralistas, que "innovaron" al crear "una manera de hacer derecho" en un "mundo conservador".

La alcaldesa, que compartía despacho con las cinco víctimas de la matanza, ha declarado que el mundo actual "necesita la ética" y ha celebrado que aquel acontecimiento "brutal" y "cruel" se haya convertido en "una fiesta de la sociedad".

No obstante, Carmena cree que ahora hace falta un "replanteamiento" de la forma en que se exigen los derechos humanos, porque "la desigualdad ha crecido".

La regidora ha aprovechado para llamar a "vacunar" contra la "desesperanza" que transmite el presidente estadounidense, Donald Trump, un dirigente "que vulnera los derechos humanos".

Carmena ha recibido los elogios del secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, que la ha definido como "todo un símbolo de la conquista de las libertades democráticas" merced a una trayectoria que "refleja vivamente el tránsito" desde los años cincuenta hasta hoy.

Por su parte, el máximo responsable del sindicato en Madrid, Jaime Cedrún, ha manifestado su intención de exigir "un reconocimiento de Estado" a los abogados de Atocha, a los que ha llamado "héroes del pueblo español".

Durante el acto, presentado por los escritores Almudena Grandes y Luis García Montero, se ha proyectado un vídeo sobre la obra de Juan Genovés, a quien Fernández Toxo ha entregado un regalo en agradecimiento a su "colaboración con el movimiento obrero".

También ha intervenido el único superviviente del atentado, Alejandro Ruiz-Huerta, que ha descrito al sindicato como "la columna vertebral de la democracia española".