Bomberos de Madrid lanzan la campaña solidaria 'Échale sustancia al puchero'

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Bomberos del Ayuntamiento de Madrid se han puesto manos a la obra para ayudar a las familias más necesitadas de la ciudad a través de la campaña Échale sustancia al puchero, con la que recaudan donaciones para vales de alimentos que se canjean en los pequeños comercios de barrio.

"A raíz de la crisis, un grupo de compañeros tomamos la iniciativa de echar un cable a los madrileños con dificultades. Nos reunimos y dijimos: somos bomberos, afrontamos grandes retos, a ver si somos capaces de lidiar con este", explica Antonio Poncela.

Así surgió Bomberos Ayudan Sociedad Benéfica, con la que pretenden utilizar "el potencial y el tirón" que tienen como colectivo para colaborar con ONGs como la asociación Pato Amarillo, dirigida por mujeres del barrio Orcasur, uno de los más deprimidos de Madrid.

"Nos dijeron que lo que más necesitaban era aportar proteína a los alimentos que reciben, porque lo que la gente más dona es pasta y legumbres, y les falta leche, carne y pollo en la despensa", continúa.

Para ello, han creado un sistema de vales de alimentos con proteína canjeables sólo en las tiendas del barrio, favoreciendo así al pequeño comercio. "Hay vales para una docena de huevos, un pollo, un kilo de chuletas de aguja, preparado para cocido, una comida para cinco personas o la merienda de un niño", detalla el bombero.

En sus horas libres, venden los vales, junto con camisetas y pequeños artículos, en los diferentes eventos que organizan con toda la parafernalia -camión, escala, uniformes, cascos y mangueras- como el hicieron esta semana en la Ciudad Universitaria, apadrinados en esa ocasión por la escritora Rosa Montero y el actor Jorge Sanz.

Tenemos ideas de bombero. Queremos cambiar el mundo, es el lema que figura en la página web www.bomberosayudan.org, una de las dos que tiene el grupo, que además ha lanzado una campaña en internet para recoger microdonaciones de un euro al mes.

También visitan colegios donde, además de enseñar a los niños medidas de prevención, les visten de bomberos -"es una auténtica fiesta para los críos"- y piden a los padres un donativo para financiar los proyectos.

El pasado mes de abril, relata orgulloso Antonio Poncela, "en el centro comercial Plenilunio pusimos un escenario con nuestros paneles pintados, simulando un incendio, y fue todo un éxito", dice el bombero antes de presumir de que Alberto Chicote "les ha cedido una receta".

Para llevar a cabo las actividades, cuentan con cuatro grupos de trabajo en los que se alternan los bomberos en función de sus guardias y de su tiempo libre.