Amigos y familiares recuerdan a las cinco chicas muertas y reclaman justicia

  • El segundo aniversario de la tragedia, marcado por las discrepancias entre las familias y la Fiscalía

Unas 150 personas, en su mayoría jóvenes, se han congregado esta noche a las puertas del pabellón Madrid Arena para participar en una vigilia en memoria de las cinco jóvenes que murieron en una avalancha en este lugar hace dos años y exigir a la justicia que sea rápida y contundente con los responsables.

El recuerdo de Cristina Arce, Katia Esteban, Rocío Oña, Belén Langdon y Teresa Alonso ha estado muy presente en este homenaje, en el que los amigos y familiares de las cinco jóvenes han depositado velas encendidas y han colocado flores a las puertas del pabellón donde se produjo la fatídica avalancha, además de pancartas con frases como "No os olvidamos. Juicio y castigo a los culpables" o "24 meses = 5 muertes, 0 responsables".

Isabel de la Fuente, madre de Cristina Arce y convocante de la vigilia-homenaje, ha calificado de "insulto y falta de respeto a la memoria de las chicas" los cuatro años de prisión que solicita el fiscal para el empresario Miguel Ángel Flores, principal imputado en el caso; los tres años que pide para otros 11 procesados y los dos años y medio que reclama para los doctores Simón y Carlos Viñals, encargados de la enfermería del Madrid Arena.

La madre de Cristina ha reclamado una Justicia "justa y si es posible, un poquito más rápida" en un proceso que, a los dos años de haber ocurrido el suceso, está pendiente de recursos y a la espera de la celebración del juicio.

Ha dicho que Miguel Ángel Flores "debería estar encerrado en la cárcel desde el minuto uno" pero que la Fiscalía de Madrid "actúa como abogado defensor y no ha querido" hacerlo y ante eso "poco podemos hacer. Nada más que protestar".

En concreto, se ha referido al fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, para reprocharle que lo que hubo en el Madrid Arena no fue "un accidente de coche" sino una tragedia "en la que murieron cinco personas" y que se cometieron "muchísimos delitos que provocaron cinco muertes".

"Todo lo que podía salir mal, salió mal aquella noche", ha sido la frase que más repetían las amigas de las cuarto jóvenes que, al igual que las familias, han pedido castigos ejemplares para los responsables y que no sigan organizando fiestas ni espectáculos multitudinarios.

Para Sara, amiga de Katia Esteban, aquello "no fue un accidente" sino algo "que se tenía haber evitado" y ha afirmado que esta noche "no tendríamos que estar aquí, poniendo flores y velas" en memoria de chicas de 17 o 18 años porque eso, ha dicho, "no procede".

Esta joven ha dicho que de la responsabilidad de lo que sucedió en el Madrid Arena "no se libra ni uno" de los imputados y ha advertido a los jóvenes que acuden a fiestas de que se informen antes "de dónde van" y que "tengan cuidado" porque "nos van a engañar otra vez hasta que alguien pague por ello", ha asegurado.

Al inicio de la vigilia, que se ha prolongado hasta entrada la madrugada, un grupo de compañeros de las cinco fallecidas han leído un emotivo texto en el que uno por uno han ido detallando los recuerdos que tenían de sus amigas en clase, en sus ratos de ocio o hasta de su forma de ser y de sus costumbres.

DISCREPANCIAS ENTRE FAMILIARES Y FISCALIA

El segundo aniversario del fallecimiento de cinco jóvenes en la fiesta de Halloween que se celebró en el Madrid Arena se celebra hoy bajo las discrepancias entre las familias de las víctimas y la Fiscalía de Madrid por las peticiones de penas para los dieciséis procesados por el juez Eduardo López Palop.

Aquella madrugada del 1 de noviembre de 2012, el sobreaforo que se produjo por la venta masiva de entradas provocó una avalancha mortal en el interior de uno de los vomitorios del recinto que daban acceso a la pista principal, donde actuaba el afamado dj Steve Aoki.

A las cuatro de la madrugada, Katia Esteban, Rocío Oña y Cristina Arce fallecían como consecuencia del tumulto. Otras dos chicas, Teresa Alonso y Belén Langdon, tuvieron que ser ingresadas en estado grave, muriendo pocos días después.

La investigación dirigida por el juez Palop se cerró el pasado septiembre con el auto que procesó formalmente al promotor de la fiesta Miguel Angel Flores y al exinspector jefe de la Policía Municipal de Madrid Emilio Monteagudo, entre otras catorce personas de Madridec, Seguriber, Kontrol 34 y del equipo médico.

En el relato de los hechos, señaló que "toda la organización del evento" era responsabilidad de Flores e insistió en que "tuvo directísima participación en el número de entradas que se vendieron y caudal de personas que entraron en la fiesta, produciendo un sobreaforo que tuvo una importancia decisiva en los acontecimientos".

Flores volverá a declarar después de que este mismo jueves la Audiencia de Madrid ordenara al juez Palop que le vuelva a tomar declaración para que se explique sobre su situación patrimonial.

IMPUTACIONES

El magistrado instructor concretó en su auto las imputaciones sobre catorce personas por cinco delitos de homicidio imprudente grave y diez delitos de lesiones. Y acusó a los doctores Simón y Carlos Viñals de tres delitos de homicidio por imprudencia grave profesional, en el caso de las jóvenes Rocío Oña, Cristina Arce y Katia Esteban.

Las discrepancias saltaron en la fase de calificación jurídica de los hechos. Las acusaciones particulares expusieron en sus escritos que solicitaban condenas de quince y veinte años para los procesados, mientras que el fiscal pedía de máximo 4 años de cárcel por cinco delitos de homicidio imprudente.

Tras conocer la postura de la Fiscalía de Madrid, conducida por Manuel Moix, los abogados de las acusaciones particulares emitieron un comunicado en el que mostraban su desacuerdo con estas peticiones de pena.

En el escrito, los abogados manifestaron que están "totalmente en desacuerdo con el escrito de acusación formulado por el Ministerio Fiscal, al no tener en consideración la gravedad efectiva de los hechos, las penas solicitadas, las acusaciones omitidas, y las responsabilidades civiles pedidas".

Por ahora, la Audiencia de Madrid tendrá que resolver los recursos de apelación presentados por los acusados. Tras ello, el juez dictara el auto de apertura de juicio oral y, tras ello, se señalará la vista, que previsiblemente se juzgará en un Juzgado de lo Penal de Madrid al no superar las penas los cinco años de cárcel.