El papa se reunió con familiares de víctimas del crimen organizado en México

El papa Benedicto XVI se reunió en Guanajuato con un grupo de ocho familiares de víctimas de la criminalidad organizada mexicana, según informó hoy el Gobierno mexicano, que precisó que el encuentro fue a iniciativa del presidente, Felipe Calderón.

Se trata de María Elvia Valencia, madre de un policía federal desaparecido en Ciudad Hidalgo, Michoacán; María Herrera, de Michoacán, madre de cuatro hijos desaparecidos a causa de la delincuencia organizada, y Alicia Ulloa Conde, hermana de Gabriela Ulloa, víctima de un secuestro.

También participaron en la reunión Araceli Quintanilla Ocaña, de Monterrey, Nuevo León, cuya hermana falleció en un fuego cruzado, y María Guadalupe Dávila, de Cuidad Juárez, Chihuahua, cuyo hijo, Rodrigo Cadena, es una de las víctimas de Villas de Salvárcar.

Las otras son Josefina Torres Espinoza, esposa de un militar muerto en una operación contra el crimen organizado en Durango; Verónica Cavazos, viuda del alcalde de Santiago, Nuevo León, Edelmiro Cavazos, y Norberto Ortega Tafoya, quien fue víctima de un secuestro, posteriormente liberado.

El encuentro se produjo tras la reunión que mantuvieron en la tarde de ayer en el palacio del Conde Rul, en Guanajuato, Benedicto XVI y el presidente Calderón.

Benedicto XVI no se ha reunido con víctimas de los abusos sexuales cometidos por fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel (1920-2008), castigado por Benedicto XVI por abusos sexuales a seminaristas y por la triple vida que llevó.

En otros viajes, el pontífice se reunió con víctimas de clérigos pederastas, como ocurrió en EEUU, Australia, Gran Bretaña y Malta, pero en esta ocasión, precisó Lombardi, los obispos mexicanos no lo han pedido.

Sobre el caso de las víctimas de Maciel, que ayer pidieron al papa que reconozca la responsabilidad de la Iglesia y denunciaron que el pontífice no ha querido reunirse con ellos, Lombardi dijo que es "injusto" acusar a Benedicto XVI de oponerse a la verdad y a la transparencia.

Según Lombardi, las víctimas de Maciel han mostrado "cierta agresividad y ambigüedad" al pedir el encuentro, "ya que se decía de querer encontrarlo, pero no se le quería escuchar de manera profunda".

El portavoz vaticano rechazó categóricamente las acusaciones de las víctimas de Maciel de que Benedicto XVI y Juan Pablo II sabían todo desde 1998 y aseguró que ninguno de los dos tuvo conocimiento en esos años de la triple vida del sacerdote mexicano y sus problemas de conducta.