Se retrasan los esfuerzos de rescate para salvar a los 29 mineros atrapados en una mina de carbón en Nueva Zelanda

Los esfuerzos por rescatar a 29 trabajadores atrapados en una mina de carbón en Nueva Zelanda han sufrido nuevos retrasos después de que las autoridades dijeron que deberán perforar un nuevo pozo para evaluar la presencia de gases tóxicos en el yacimiento.

Aún no se ha establecido contacto con los mineros, atrapados desde que se registró una explosión el viernes en la tarde en la mina de carbón en la costa oeste de la Isla Sur de Nueva Zelanda. Desde entonces, las autoridades mantienen que no entrarán en la mina hasta que haya mejorado la calidad del aire.

"No es cuestión simplemente de ponerse una máscara y entrar, el riesgo es enorme", dijo el jefe de la Policía del distrito, Gary Knowles. "No voy a enviar 16 hombres bajo tierra para efectuar un rescate mal preparado", agregó.

Se cree que la explosión fue causada por gas metano que emana naturalmente. Altos niveles de gas se detectaron cerca de los ductos de ventilación de la mina, pero los equipos de rescate necesitan conocer la situación en el resto de la mina antes de entrar.

La perforación de un nuevo pozo aún no había 48 horas después de la explosión, y la maquinaria de excavación estaba siendo ensamblada en una ladera empinada sobre la mina, cuyo principal túnel de acceso está excavado horizontalmente en una lado de la montaña.

El agujero será perforado hasta una profundidad de 150 metros para permitir que se realicen pruebas adicionales de aire, pero la operación podría tardar hasta 24 horas.

Knowles negó los comentarios referidos a que la operación está avanzando lentamente porque no espera hallar a los mineros con vida. "Esta todavía es una operación de búsqueda y rescate, con el foco en el rescate, aún somos optimistas de que vamos a poder facilitar un rescate", señaló Knowles.

Pruebas adicionales indicaron la presencia de una fuente de calor que está generando gas, quizá un incendio o carbón ardiendo, dijo el presidente ejecutivo de la mina Pike River, Peter Whittall. "El aumento en los niveles de gas lo está haciendo difícil", señaló, agregando que un vapor mezclado con humo salía desde la entrada de la mina.