El paso de los refugiados por Europa divide a los países afectados

  • Los líderes balcánicos critican a Grecia
  • Los líderes centroeuropeos piden evitar desorden con los refugiados

Los líderes centroeuropeos pidieron que no se deje pasar de manera "descoordinada" a los refugiados de un país a otro, mientras que los del Este y los Balcanes criticaron a Grecia por no controlar sus fronteras y la propia Atenas a Turquía.

El primer ministro de Serbia, Aleksandar Vucic, expresó su confianza en que en la cita de hoy en Bruselas, que reúne a diez países de la Unión Europea y tres de fuera de ella más afectados por el flujo de refugiados a lo largo de la ruta de los Balcanes, aporte una solución completa y aseguró que su intención no es "construir nuevos muros y vallas".

"Estamos listos para discutir todas las cuestiones y superar todas las dificultades", añadió, pero advirtió de que hay que ver qué hacer con los cientos de miles de personas que han llegado a Europa.

El primer ministro de Croacia, Zoran Milanovic, dijo que "si los países se comprometen a no permitir el tránsito de inmigrantes a otros Estados (...) entonces no hay riesgo de hacer nada mal, porque somos cuartos en la cadena" y entonces la declaración de la Comisión Europea (CE) para este encuentro "no tiene sentido".

Su homólogo de Eslovenia, Miro Cerar, alertó de que, si no se logra un plan de acción concreto e inmediato que se pueda aplicar en los próximos días y semanas, la UE corre el riesgo de desmoronarse.

Cerar recordó que su país solo tiene dos millones de habitantes y ha recibido a más de 60.000 refugiados en diez días, 13.000 en una sola jornada, y "esto es absolutamente insoportable".

El presidente de Macedonia, Gjorge Ivanov, por su parte, manifestó que espera que Grecia apoye su propuesta y acepte compartir información con su país porque hay cerca de 10.000 de refugiados en la frontera.

"Hasta ahora no ha habido cooperación a nivel gubernamental entre Grecia y Macedonia sobre la crisis", reconoció.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, criticó que algunos países adopten la postura de que los refugiados "no pasen por mi patio trasero" y el hecho de que Turquía "no esté invitado".

En referencia a Turquía señaló: "Todos sabemos que al final del corredor hay una entrada y, si no podemos acordar" con este país un pacto, "será muy difícil encontrar una solución".

Aseguró que Grecia está finalizando el establecimiento de un centro de registro e identificación de refugiados en Lesbos y antes de fin de año habrá cuatro más en las islas helenas.

El titular luxemburgués de Asilo y de Inmigración, Jean Asselborn, cuyo país ocupa la presencia semestral de la UE, afirmó que Europa "tiene que ayudar a Grecia" y Atenas "entender que debe aceptar nuestra ayuda", mientras que en los "Balcanes no puede ser que tengamos solo en mente soluciones nacionales".

"Con alambradas y vallas damos una imagen fatal en el mundo", admitió.

El primer ministro magiar, Viktor Orbán, dijo que acude a la reunión como un "observador" porque Hungría ya no está en la ruta de entrada de refugiados y que espera que hoy se ponga fin "a la política de fronteras abiertas que está completamente en contra del tratado (de libre circulación) de Schengen", así como a "la política de invitación que va en contra de las normas internacionales".

La canciller alemana, Angela Merkel, señaló que la cita tiene como objetivo "proporcionar ayuda a las personas que deambulan (por Europa) bajo condiciones a veces inaceptables, que ordenemos más los procesos y entendamos que se trata de una tarea y de un reparto del trabajo común", también en Grecia y en la ruta de los Balcanes.

El canciller federal de Austria, Werner Faymann, igualmente sostuvo que la cuestión fundamental es si "protegemos conjuntamente las fronteras externas de Europa y evitamos que cada uno construya un muro tras el cual esconderse", a fin de crear una "puerta de entrada para los que tienen derecho a asilo", con orden y humanidad.

"Que pasemos de manera descoordinada refugiados de un país a otro perjudica solo a los refugiados", alertó por su parte el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, quien recordó que "ninguna valla, ningún muro evitará que los refugiados huyan".

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sostuvo que esta minicumbre "es una oportunidad importante" de tener a los socios del Este y de los Balcanes alrededor de una mesa porque necesitamos diálogo y negociaciones para evitar posibles innecesarios malentendidos y tensiones en toda la región".