Los rebeldes de Bengasi reconocen que ya no tienen contacto con Al Zauiya, bajo el asedio de Gadafi

  • La oposición libia afirma estar a favor de una misión de exclusión aérea
  • Otros rebeldes urgen la intervención militar aérea y logística internacional contra Gadafi

Las tropas leales a Muamar al Gadafi mantienen su intensa ofensiva sobre la zona controlada por los rebeldes libios, que han vuelto a reclamar la ayuda de la comunidad internacional para acabar con la muerte de civiles. Las fuerzas gadafistas lanzaron un ataque por tierra y aire sobre el enclave petrolero de Ras Lanuf, a unos 350 kilómetros al oeste de Bengasi y cuyas instalaciones contienen peligrosos depósitos, que, en caso de explotar, podrían causar un desastre de proporciones difíciles de calcular, según Al Yazira.

Se desconoce si con la nueva ofensiva, Gadafi pretende retomar la ciudad y su puerto o si intenta sólo probar la resistencia rebelde, pues los milicianos ya sufrieron este martes un duro ataque que, con seis incursiones aéreas, les arrinconó en la defensa de Ras Lanuf.

Un portavoz del Consejo Nacional de Transición Interino (CNTR) Isam al Geriani, dijo a un grupo de periodistas en Bengasi que sólo ayer los rebeldes habían sufrido 40 bajas entre sus filas debido a los bombardeos aéreos y agregó que temían más, ya que los milicianos carecen de preparación.

SIN CONTACTO CON AL ZAUIYA , ASEDIADA

Además, las tropas gadafistas parecen haber tomado Al Zauiya, asediada desde hace seis días, pues "el régimen controla las comunicaciones", según aseguró un miembro del consejo de información del CNTR. La oposición lleva prácticamente dos días sin contacto con la ciudad, 92 kilómetros al suroeste de Trípoli, donde, según fuentes rebeldes, las Fuerzas Armadas continúan bombardeando la localidad.

La intensidad de la ofensiva llevada a cabo en los últimos días por Gadafi ha dejado claro a los rebeldes, muy inferiores a las fuerzas del régimen en preparación y equipamiento militar, que necesitan la ayuda internacional para evitar que aumente la cifra de muertos.

Mientras Gadafi insistía hoy en que la rebelión de su país está incitada por el grupo terrorista Al Qaeda, la oposición pedía ayuda en Estrasburgo.

SÍ A LA ZONA DE LA EXCLUSIÓN

El jefe de la comisión de crisis del CNTR libio, Mahmoud Jebril, señaló en la Eurocámara que "si la zona de la exclusión es la solución para frenar a esa máquina de asesinar (en referencia a Gadafi), que se haga"."Mire, aquí la elección no es tal. Por un lado gente muriendo asesinada y por el otro un consejo de seguridad de la ONU que no se pone de acuerdo en qué hacer", dijo categórico.

Jebril restó importancia a si se cuenta con un mandato previo de la ONU o no y advirtió de la única condición de la oposición: "que no implique la presencia de soldados extranjeros en suelo libio".

INTERVENCIÓN MILITAR AÉREA Y LOGÍSTICA INTERNACIONAL CONTRA GADAFI

Sin embargo, la oposición rebelde libia, que controla parte del país, urgió desde Bengasi a la comunidad internacional a lanzar la intervención militar y logística contra las fuerzas del coronel Muamar el Gadafi, para detener el "derramamiento de sangre"."No sólo pedimos la creación de una zona de exclusión aérea, sino también el bombardeo de ciertas localizaciones estratégicas, los campos donde tiene a sus mercenarios, sus fuerzas de seguridad y en especial el complejo militar de Bab al Azaziya (en el sur de Trípoli)", dijo a Efe un portavoz del Consejo Nacional Transitorio Interino (CNTR) Isam Geriani.

Geriani, que mostró su descontento con lo que calificó como un lento avance de la comunidad internacional, insistió en que "no es tiempo de discusiones, es tiempo de moverse (...). Ya hemos tenido suficiente"."Consideramos que lo que ha ocurrido en Libia es una tragedia, pero cuán grande tiene que ser" para que tenga lugar una intervención militar, se preguntó el portavoz del CNTR, que cifró en más de 3.500 el número de víctimas mortales desde el comienzo del levantamiento popular hace tres semanas.

LA ONU Y LA DIPLOMACIA

Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU estudiaron anoche la propuesta franco-británica de decretar una zona de exclusión aérea sobre Libia, aunque aún están muy lejos del acuerdo. Fuentes diplomáticas indicaron que Francia y Reino Unido expresaron en la reunión celebrada a puerta cerrada la necesidad de adoptar nuevos pasos ante el deterioro de la situación en Libia.

El jefe de la diplomacia gala, Alain Juppé, reiteró la disposición de su país a una operación de neutralización de la aviación libia, aunque resaltó la necesidad de un mandato de la ONU, en línea con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton. Creo que es muy importante que no sea una iniciativa estadounidense, porque proviene del mismo pueblo libio. Creemos importante que sea la ONU la que adopte la decisión", precisó Clinton en declaraciones a la cadena británica Sky News.

LOS JETS PRIVADOS DE GADAFI

Mientras tanto, la detección de tres vuelos de "jet" privados de la familia de Gadafi por el control aéreo de Malta, con dirección a El Cairo, desató el entusiasmo en Bengasi, donde la información fue recibida con disparos al aire.

Según Al Yazira, dos de los tres aviones "Falcon" de Gadafi, con capacidad para entre seis y ocho pasajeros, aunque se desconoce quien viaja en su interior, modificaron sus planes de vuelo iniciales, con destino a Viena y Atenas.

Uno de los aviones ha aterrizado ya en El Cairo y en él viajaba un alto mando militar que tiene programado reunirse con Husein Tantaui, jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, la junta militar que gobierna en Egipto tras el abandono en la jefatura del Estado de Hosni Mubarak. Ninguna fuente oficial cairota ha confirmado el aterrizaje o que se espere en esta capital la llegada de aviones de Gadafi.