Venezuela recibe oro con fuertes medidas de seguridad y ambiente festivo

  • Chávez anunció la llegada del cargamento de oro y comentó que el metal "viene al lugar de donde nunca ha debido salir"

Venezuela recibió hoy una primera parte de las reservas de oro que mantenía en bancos europeos en medio de un gran operativo de seguridad que fue acompañado por simpatizantes del gobierno de Hugo Chávez, que imprimieron a la llegada del metal un ambiente de festividad.

"Podemos decir que en este momento, con los rigores técnicos, rigores del protocolo internacional, nuestro oro se está colocando en las bóvedas del Banco Central de Venezuela (BCV)", anunció a periodistas el presidente del BCV, Nelson Merentes.

Desde una tarima instalada en la plaza del BCV, donde además se encontraba un grupo de música popular venezolana, Merentes hizo el anuncio de la llegada del primer lote de oro en compañía de los diputados oficialistas Fernando Soto, presidente de la Asamblea Nacional, y Aristóbulo Istúriz.

El presidente del BCV comentó que para trasladar el metal desde el aeropuerto internacional de Maiquetía en Caracas, se organizó un operativo especial conjunto con las Fuerzas Armadas de Venezuela, en el que participaron 500 hombres, cinco vehículos blindados y aeronaves.

El jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional (FAN), general Rangel Silva, señaló que el operativo de seguridad que acompañaría al metal se había bautizado como "Oro patrio", con la participación de integrantes de la seguridad del BCV, Fuerza Armada y otros organismos de seguridad del Estado.

Aunque no precisó la cifra, Merentes dijo con respecto al metal repatriado que se trata de "unas cuantas toneladas de oro".

Señaló que se trajo en este primero envío a Venezuela la cantidad de oro que se permite siguiendo los protocolos internacionales, y recordó que se harán más traslados del dorado metal en nuevos embarques, de los que no dio explicaciones por cuestiones de seguridad.

"No podemos anticipar mucho, porque son valores de todos los venezolanos y no los podemos poner en peligro porque hay mucha turbulencia", dijo el presidente del BCV, que señaló que la nación caribeña tiene en el exterior 180 toneladas de oro monetario, "de las cuales regresará a Venezuela un porcentaje significativo".

Merentes apuntó que una de las principales razones por las cuales el Gobierno decidió repatriar el oro "es que los mercados internacionales están complicados" y agregó que hay "turbulencias" en las zonas donde se encuentran los activos del país.

El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Fernando Soto, recordó que el oro salió de Venezuela el 21 de febrero de 1989, durante el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, en una maniobra ejecutada, dijo, "de forma clandestina".

Anteriormente, el presidente Chávez anunció la llegada del cargamento de oro y comentó que el metal "viene al lugar de donde nunca ha debido salir".

"Ese oro viene al lugar de donde nunca ha debido salir ¿Dónde? Las bóvedas del Banco Central de Venezuela, no del banco de Londres o el banco de Estados Unidos o el banco de Inglaterra", añadió.

Chávez descartó lo que, aseguró, dicen los "escuálidos" (opositores) de que el oro se llevará a Miraflores (sede de Gobierno) o se regalará a Cuba o "a no sé quién".

"Es el oro de nosotros, es la reserva económica de nuestros hijos", agregó.

El pasado 23 de agosto, Merentes indicó que 16.908 lingotes de oro serán traídos al país y que Venezuela posee 29.265 lingotes.

Una semana antes el presidente venezolano había anunciado la decisión de sacar las reservas internacionales en oro de Estados Unidos y Europa para ponerlas en economías "sólidas" como China, Rusia y Brasil, además de anunciar la nacionalización de la explotación del oro para convertirlo en fondos nacionales.

El mandatario explicó que sacar el oro "del norte" es una medida "sana", tomando en cuenta la crisis económica que azota a Estados Unidos y Europa y que naciones "aliadas" como China, Rusia y Brasil son sólidas.

Las reservas internacionales de Venezuela se sitúan en 27.855 millones de dólares, según los últimos datos del banco central.