Una bomba lanzada contra un autobús causa al menos 6 muertos en Guatemala

Las fuerzas de seguridad y el Ministerio Público de Guatemala llevan a cabo hoy allanamientos en un barrio de la capital donde se esconden miembros de una banda de la temida Mara 18 a la que atribuyen el atentado con una bomba casera contra un autobús que causó el lunes seis muertos.

"Se están realizando operativos en la colonia El Milagro, en donde tenemos información que tienen su guarida los integrantes de una de las 'clicas' (facciones) de la Mara 18 que estarían detrás del atentado", dijo a Efe un portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC).

Decenas de policías, acompañados de soldados y fiscales, han allanado al menos diez residencias para encontrar a los miembros de la denominada "Little Sayco Criminal", un grupo de la pandilla que se sospecha cometió el ataque.

Gamaliel Chin, presidente de la Gremial de Transportistas de Rutas Cortas Extraurbanas, dijo a los periodistas que esa banda es la responsable de las extorsiones de las que han sido víctimas los últimos años los chóferes y empresarios de la compañía Transportes Quetzal, a la que pertenecía el autobús de pasajeros atacado.

El empresario afirmó que desde diciembre pasado han pedido ayuda a las autoridades debido a las amenazas de los pandilleros, que les exigían el pago de "un aguinaldo" por cada uno de los vehículos que hace la ruta a San Juan Sacatepéquez.

"Hubo varias amenazas sobre que si no se pagaban las extorsiones habría atentados contra las unidades. Toda esa información la tenía el Ministerio Público", según Chin.

El portavoz de la PNC, Donald González, declaró a los periodistas que los expertos en explosivos de esa institución constataron que el incendio en el interior del autobús fue originado "por una bomba casera".

"Estamos trabajando en dos líneas de investigación pero no se pueden dar a conocer detalles", agregó González.

El artefacto, según los investigadores, fue dejado dentro del autobús por una joven que se apeó minutos antes de la explosión y que huyó en un vehículo que la esperaba.

La explosión originó un incendio en el vehículo, que cubría la ruta entre el municipio de San Juan Sacatepéquez, en la periferia noroeste de la capital, y el centro de la ciudad.

El atentado causó seis muertos, entre ellos una madre y dos de sus hijos de 3 y 11 años, mientras que un cadáver carbonizado aún no ha sido identificado.

Fuentes del hospital Roosvelt dijeron a los periodistas que de los 16 heridos que fueron trasladados a ese centro 14 han sido dados de alta para que se recuperen en sus hogares y sólo dos siguen internados debido a la gravedad de las quemaduras.

Desde hace más de ocho años, empresarios y trabajadores del servicio de transporte público, así como de pequeños negocios de barrio, de la capital guatemalteca son víctimas de extorsiones por las temidas "maras", que asesinan a quienes se resisten a pagar sus chantajes.

El año pasado, según estadísticas de la organización humanitaria Grupo de Apoyo Mutuo, fueron asesinados 119 chóferes y 51 ayudantes del servicio de transporte público, así como 110 pequeños comerciantes, todos víctimas de estos grupos criminales.

Según la PNC, muchas personas fueron asesinadas a pesar de que habían pagado las extorsiones exigidas por los pandilleros.

Aunque las autoridades han lanzado operaciones para desarticular esas bandas que en 2010 les permitieron capturar a 543 supuestos extorsionadores, la incidencia de este tipo de delitos no se ha reducido.