Santos vuelve a la zona afectada por la avalancha y confirma 207 muertos

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llegó hoy por segundo día consecutivo a Mocoa, la capital del departamento de Putumayo, en el sur del país, arrasada en la madrugada del sábado por la crecida de tres ríos, y confirmó 207 muertos en la catástrofe.

"Lamentablemente el número de personas fallecidas crece cada momento, llevamos ya 207, es el último dato que tengo", señaló el mandatario, quien llegó acompañado de su esposa, María Clemencia de Santos, con la intención de brindar especial atención a los niños afectados. Las cifras de fallecidos varían según la fuente, pues la Cruz Roja reporta 234, entre ellos 43 menores.

El gobernante viajó acompañado además por sus ministros del Interior, Juan Fernando Cristo; Salud, Alejandro Gaviria; Comercio, María, Claudia Lacouture; Vivienda, Elsa Noguera, y Transporte, Jorge Eduardo Rojas. "Hoy he venido a resolver los cuellos de botella que estén presentes para que la parte humanitaria fluya con más facilidad y desde ahora comenzar la etapa de la reconstrucción", añadió.

El jefe de Estado confirmó que se inició el proceso de identificación de cadáveres y calculó que unas 85 víctimas ya han sido reconocidas, cifra que consideró alta "frente a las circunstancias". También indicó que han sido identificados los cadáveres de 43 niños.

Este domingo, los organismos de socorro mantenían una carrera contra el tiempo para tratar de encontrar supervivientes entre el lodo, las piedras y todo tipo de materiales que el paso de tres ríos dejó por 17 de los 40 barrios de Mocoa.

Mocoa, ciudad de unos 45.000 habitantes, ha sido declarada en estado de calamidad para agilizar las operaciones de rescate y de ayuda a las víctimas, con un número indeterminado de desaparecidos y damnificados. La tragedia supera el más reciente desastre natural de Colombia, el de otra avalancha que destruyó el 18 de mayo de 2015 la localidad de Salgar, en el departamento de Antioquia, dejando al menos 104 muertos.

La magnitud de la catástrofe se agrava por el aislamiento de esta zona de Colombia, situada en la región amazónica, en la frontera con Ecuador, que carece de suficientes vías de acceso, pues solo se puede llegar a Mocoa por vía aérea o por precarias carreteras que la comunican tras varias horas de viaje con las ciudades de Neiva y Pasto.