Un emigrante sirio causa quince heridos en un festival en Alemania

  • El autor de la explosión, un hombre de 27 años a quien denegaron asilo, ha muerto
  • El atacante amenazó en un vídeo con un atentado en nombre del Islam

Un emigrante sirio de 27 años ha muerto este domingo al hacer estallar los explosivos que llevaba, que han dejado a 15 personas heridas, tres de ellas graves, junto a un céntrico restaurante en la ciudad alemana de Ansbach, en el estado de Baviera.

La explosión se produjo a las diez de la noche (20.00 GMT), cuando los alrededores del establecimiento se encontraban llenos de gente debido a la celebración de un festival de música cerca del lugar.

El único muerto es el hombre que llevaba el artefacto dentro de una mochila, según las autoridades, al que las autoridades alemanas habían denegado el permiso de asilo. El ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, dijo que había llegado hace dos años a Alemania y que su permiso había sido rechazado pero que contaba con un documento temporal y un apartamento provisto por los servicios sociales.

El atacante había intentado suicidarse dos veces y había estado ingresado en un centro psiquiátrico. Herrmann dijo en una conferencia de prensa durante la madrugada del lunes que no estaba claro si en esta ocasión tenía intención de suicidarse o de "llevarse a otros con él a la muerte", aunque el hecho es que llevaba una mochila llena de explosivos y partes metálicas que hubieran bastado para matar a más gente, añadió. El ministro bávaro dijo que no podía excluirse la posibilidad de que se tratara de un ataque de inspiración islamista, aunque se estaba todavía investigando.

Durante este fin de semana se celebraba un festival de música al aire libre que atrae a bastantes visitantes. Al parecer, según el ministro, el atacante había intentado acceder al recinto poco antes de la explosión, pero no le permitieron pasar al no tener entrada. Finalmente, hizo estallar los explosivos en el exterior de un restaurante llamado Eugens Weinstube. Las autoridades, como medida de precaución, cancelaron el evento y evacuaron a las 2.500 personas que participaban en él. La policía desplegó un importante dispositivo de seguridad en la localidad, de 40.000 habitantes, en la que se encuentra una base militar de Estados Unidos.

Herrmann dijo que estaba "indignado" por el ataque e insistió en la necesidad de "reforzar los controles de los que viven en nuestro país". Los incidentes acrecentarán las críticas en Alemania hacia la política de acogida de refugiados de la canciller, Angela Merkel, bajo la cual más de un millón de refugiados han entrado en el país durante el pasado año, huyendo de países como Afganistán, Siria e Irak.

VÍDEO REIVINDICATIVO

Joachim Herrmann ha informado de que el responsable de la explosión registrada en Ansbach había grabado en su teléfono móvil un vídeo en el que amenazaba con un atentado en nombre del Islam.

"En el móvil del hombre se encontró un vídeo con una amenaza en árabe en la que, según una traducción provisional, anuncia un atentado contra Alemania en nombre del Islam", dijo Herrmann en conferencia de prensa.

Además, se declara seguidor de Abu Bakr al-Baghdadi, el líder de la organización terrorista Estado Islámico (EI).

Según Herrmann, el hombre decía que se trataba de una venganza contra Alemania por interponerse en el camino del Islam y por la muerte de musulmanes.

En la rueda de prensa para presentar los últimos detalles de la investigación, la Policía alemana informó de que ha hallado diversos materiales susceptibles de ser utilizados para fabricar bombas en la habitación que ocupaba en un albergue de Ansbach el atacante.

La Policía explicó que encontraron, entre otros materiales, un bidón de gasolina, ácido clorhídrico, pilas, alambres y guijarros, además de un ordenador portátil con imágenes de violencia relacionadas con el grupo terrorista Estado Islámico.

El hombre, que contaba hasta con seis perfiles en Facebook, tenía además un ordenador portátil con imágenes de violencia relacionadas con el grupo terrorista Estado Islámico, dos teléfonos móviles, varias tarjetas SIM y un "fajo de billetes de 50 euros".

La explosión, que lanzó piezas de metal a veinte metros de distancia, le destrozó la aorta, el pulmón y el hígado y murió de forma inmediata.

En la autopsia se ha descubierto que el hombre, originario de Alepo y de 27 años, tenía "heridas de guerra" en las piernas y los pies, aunque Fertinger señaló que todavía hay que investigar si había participado en combates en su país.

A PETICIÓN DEL EI

Lagencia de noticias Amaq, vinculada al grupo yihadista Estado Islámico (EI), aseguró hoy que el joven suicida actuó a petición de la organización.

"El autor de la operación de martirio en Ansbach es uno de los soldados del EI", señala la agencia, que añade que llevó a cabo esta operación "en respuesta a los llamamientos (del EI) a atacar a los países de la coalición (internacional) que lucha contra el EI" en Irak y en Siria.

La agencia emitió un breve comunicado en las redes sociales en el que cita a una fuente de seguridad anónima y no ofrece más detalles sobre el joven.

ORDEN DE EXPULSIÓN A BULGARIA

El portavoz del Ministerio de Interior alemán, Tobias Platte, ha confirmado que el joven de 27 años tenía una orden de expulsión a Bulgaria, pero no había sido ejecutada.

Según explicó, se está investigando por qué no se le había expulsado del país, procedimiento del que son responsables los estados federados.

El hombre llegó a Alemania hace dos años y presentó una solicitud de asilo, que fue denegada hace un año; desde entonces vivía en un albergue de Ansbach.

Platte explicó que los ciudadanos sirios a los que se les deniega una petición de asilo "en ningún caso" son expulsados en estos momentos a su país de origen, pero sí pueden ser devueltos a otros países europeos en los que fueron antes registrados.

En el caso del joven sirio sospechoso de haber provocado la explosión de ayer había constancia de su paso por Austria y Bulgaria.

El caso ha reactivado el debate sobre la situación de los refugiados en Alemania, país al que llegaron el año pasado cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo y que en el primer semestre ha recibido ya a 220.000.

TERCER ATAQUE VIOLENTO

Se trata del tercer ataque violento en una semana en el estado de Baviera y del cuarto en Alemania. El viernes por la tarde un joven con doble nacionalidad germano-iraní de 18 años, David Sonboly, mató a tiros a nueve personas, la mayoría adolescentes, e hirió a otras 35 en un centro comercial de Munich, antes de suicidarse. El joven, que llevaba un año preparando el ataque, había sufrido acoso escolar.

El centro comercial Olympia se reabrió hoy con un acto religioso y un minuto de silencio en memoria de las víctimas. "Antes de regresar al día a día hemos reunido a todos los trabajadores para que cada uno sepa que no está solo", dijo el director del centro, Christoph von Oelhafen.

Además, en el centro hay un grupo de especialistas que ofrece asistencia psicológica. Cerca de la oficina de información para clientes, el centro ha puesto un libro de condolencias

Cuatro días antes, un refugiado afgano de 17 años atacó con un hacha e hirió de gravedad a varios pasajeros de un tren regional, en un acto reivindicado por el Estado Islámico.

Además, este mismo domingo un refugiado sirio de 21 años ha matado con un machete a una mujer embarazada y ha herido a otras dos personas en Reutlingen, en el estado de Baden-Wurtemberg (suroeste). La policía descarta de momento que el ataque tenga vínculos islamistas y sospecha que se trata de un acto de violencia de género.