Un edificio de 24 plantas se derrumba en el centro de Sao Paulo tras incendiarse

  • Estaba ocupado por 50 familias. Una persona ha resultado fallecida

Al menos una persona ha muerto en el derrumbe de un edificio de 24 plantas en el centro de Sao Paulo (Brasil), que se produjo tras un incendio de grandes dimensiones.

El edificio siniestrado, una antigua sede de la Policía Federal, estaba ocupado por unas 50 familias y al menos tres personas podrían estar desaparecidas, según han informado las autoridades locales. "Hay posibilidad de otras víctimas", afirmó el coronel del Cuerpo de Bomberos Max Mena.

La única víctima mortal confirmada por el momento es un hombre que estaba siendo rescatado por los bomberos cuando la estructura se desplomó. "Estábamos intentando salvarlo, pero desgraciadamente se vino abajo junto con el edificio. Fue un intento rápido, por cuestión de segundos no lo conseguimos", agregó Mena.

Las llamas comenzaron sobre las 5.30 horas de la madrugada y el fuego se propagó rápidamente por el resto de plantas, afectando a un edificio vecino, ambos situados en el centro de Sao Paulo.

Unos 160 bomberos acudieron a la zona para combatir las llamas del segundo edificio, que fue evacuado. El desplome también provocó daños en una iglesia próxima.

UNA TRAGEDIA "PREVISIBLE"

El gobernador de Sao Paulo, Márcio França, afirmó que el derrumbe del edificio era una tragedia "previsible" debido a sus malas condiciones, pero resaltó la batalla "judicial" existente para intentar retirar a las personas que viven en ese tipo de edificios. "Ese tipo de vivienda es inhabitable. Quedarse aquí es buscar un problema cada vez mayor. Gracias a Dios, hoy conseguimos llegar a tiempo, pero no siempre va a suceder eso", resaltó França.

França recordó que Sao Paulo cuenta con más de 150 edificios ocupados, una decena de los cuales se encuentra en el centro de la capital paulista, la mayor y más poblada ciudad de Brasil.

El capitán Marcos Palumbo, portavoz de los Bomberos de Sao Paulo, afirmó que la situación del edificio y las modificaciones realizadas por sus habitantes durante la ocupación contribuyeron a la propagación del fuego. "Los ascensores habían sido retirados. Entonces esos tubos de aire que había en medio, en el foso del ascensor, acabaron formando una chimenea. Había mucho material combustible: madera, papel, algo que hizo que esa llama se propagase con rapidez", señaló Palumbo.