Un atentado con dos coches bomba causa quince muertos en Nigeria

Al menos 15 personas han muerto en dos explosiones ocurridas durante la celebración en Abuya del cincuentenario de la independencia de Nigeria, un país amenazado por la violencia, la desigualdad y las tensiones étnicas, sociales y religiosas.

Un periodista, que pidió no ser identificado, dijo a Efe que se había trasladado al Hospital Nacional de Abuya, donde indicó: "pude contar quince cuerpos sin vida y un buen número de heridos" en los atentados, ocurridos en las cercanías de la tribuna oficial donde se celebraba el acto oficial de la conmemoración del Cincuentenario.

El portavoz de la Policía nigeriana, Emmanuel Ojukwu, declaró a Efe que al menos se han producido siete muertos y dijo que "se están investigando" las explosiones, que no consiguieron interrumpir la celebración oficial, que continuó en presencia del presidente, Goodluck Jonathan, y otras 14 gobernantes, la mayoría africanos.

En un comunicado, Jonathan calificó los atentados de hoy de "acto bajo, sucio y perverso, producto de la desesperación de unos delincuentes y asesinos que no quieren que Nigeria mejore".

Para el presidente nigeriano, estos atentados son el "peor regalo de cumpleaños que puede recibir una nación", pero apuntó que no lograron impedir la celebración del cincuentenario, cuyo acto central tuvo lugar en la plaza del Águila, de Abuya.

La primera explosión ocurrió junto al Ministerio de Justicia, a unos 200 metros de la tribuna de autoridades, situada en la plaza del Águila, y fue la que causó la mayor parte de las víctimas, según dijo a Efe un fotógrafo de presa presente en el lugar.

La segunda explosión "se cree que fue accidental, de una granada manipulada por un Policía, que causó la muerte de al menos el agente" que la portaba, según el mismo testigo.

Aunque ningún grupo ha asumido la responsabilidad del atentado, previamente el Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND), el principal grupo guerrillero de Nigeria, afirmó que había colocado explosivos en ese lugar y dio un plazo de media hora para su evacuación.

Para el MEND, "no merece la pena que se celebren cincuenta años de fracasos. Durante estos 50 años, el pueblo del Delta del Níger ha visto como su tierra y sus recursos eran robados", algo de lo que acusa a los regímenes militares que han gobernado Nigeria muchos años.

Por su parte, antes de los actos oficiales y de los atentados, en un mensaje televisado, el presidente Jonathan manifestó hoy que Nigeria debe aspirar a convertirse en una "nación fuerte, unida y próspera, orgullo de las generaciones futuras".

Jonathan reconoció que muchos nigerianos "creen que no hemos cumplido los sueños" de los fundadores del país y que el "lento progreso" del pasado medio siglo ha hecho que muchos hayan emigrado.

Incluso admitió que algunos están convencidos de que, "si el régimen colonial hubiera seguido, Nigeria estaría mejor", lo que, recalcó, surge de la sensación de "frustración", debido al escaso desarrollo, que achacó a los regímenes militares pasados y a la guerra civil.

Sin embargo, afirmó que "es hora de avanzar con determinación" y concentrarse en "las posibilidades ilimitadas del país", donde recordó que ha habido personas que han hecho importantes contribuciones a la ciencia, la tecnología, la medicina, la educación, la literatura, el arte, el cine y otras materias.

Por ello, manifestó su esperanza en las elecciones generales del próximo, en las que aspira a ser el candidato del partido gobernante, que dijo que serán "libres, limpias y creíbles".

"Debemos empezar el viaje por los próximos cincuenta años con unas elecciones creíbles, rompiendo con el pasado", indicó Jonathan, para quien el futuro se debe asentar en la lucha contra la corrupción, que ha lastrado el anterior medio siglo, y en una transparencia que garantice la seguridad de las vidas y los bienes.

Con sus 150 millones de habitantes, Nigeria es el país más poblado de África y sufre graves tensiones entre el norte, musulmán, y el sur, cristiano, además de entre las diversas etnias que componen su población y las enormes diferencias económicas.

Con motivo del cincuentenario, el escritor nigeriano Wole Soyinka, el primer Premio Nobel de Literatura africano, que recientemente presentó un nuevo partido decidido a luchar por la regeneración moral y contra la corrupción en Nigeria, ha dicho que, hasta ahora, el país es "el ejemplo equivocado de lo que debe ser una sociedad en desarrollo".