Disturbios en Hackney, uno de los barrios más conflictivos de Londres

  • La policía culpa a Twitter de "avivar" la violencia en la capital londinense
  • Un total de 215 personas han sido detenidas en tres días de violencia callejera y disturbios

El conflictivo barrio de Hackney, al este de Londres, fue hoy escenario de nuevos enfrentamientos entre la policía y un grupo de jóvenes que saquearon tiendas y atacaron autobuses. Según informó la cadena BBC, los disturbios se desencadenaron después de que la policía efectuara algunos registros en la calle, lo que dio lugar a que momentos después un grupo de encapuchados se enfrentara a los agentes arrojándoles piedras y botellas.

Las imágenes aéreas de la calle Mare, una de las arterias principales de este barrio de Londres, con una de las tasas de criminalidad más altas del Reino Unido, mostraban cómo los manifestantes utilizaban palos para romper escaparates en las tiendas y las ventanas de algunos autobuses.

Una línea de policía antidisturbios les hacía frente mientras sobrevolaban la zona tres helicópteros de las fuerzas de seguridad.

Esta es la primera vez que los disturbios llegan a Hackney después de haberse propagado a varios barrios de Londres desde que en la madrugada del domingo se desatase en Tottenham (norte de Londres) una grave ola de violencia que ha causado daños superiores a los 115 millones de euros.

Un total de 215 personas han sido detenidas en tres días de violencia callejera y disturbios en Londres, indicó hoy la ministra británica de Interior, Theresa May, tras regresar de sus vacaciones para hacer frente a la crisis.

El alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, también va a interrumpir su descanso estival y volver este martes a la capital británica ante la gravedad de la situación, dijo hoy su portavoz.

Las autoridades británicas han sido criticadas por seguir de vacaciones pese a que la violencia callejera se está propagando por varias zonas de Londres desde que, hacia la medianoche del sábado, comenzó una batalla campal en el barrio de Tottenham, devastado por los enfrentamientos, incendios, barricadas y saqueos.

En rueda de prensa tras reunirse con los mandos policiales, Theresa May achacó hoy a "delincuentes" la ola de violencia, con pillajes, destrozos de propiedad y ataques a la policía.

"Es pura delincuencia", dijo la ministra, que se mostró muy firme al señalar que los responsables de los disturbios serán llevados ante la Justicia y castigados con toda la fuerza de la ley.

De momento han sido detenidas 215 personas en los últimos tres días, de las cuales 15 han sido acusadas formalmente, si bien May prometió que "habrá más arrestos" una vez se analice el contenido de las cámaras de seguridad instaladas en las calles de Londres.

"No hay ninguna excusa para la violencia", apuntó en varias ocasiones la ministra de Interior, a la vez que aplaudió la actuación de la policía y la valentía de los agentes para hacer frente a los alborotadores.

La grave ola de violencia callejera entró hoy en su tercer día con nuevos disturbios en el conflictivo barrio londinense de Hackney, una de las zonas con mayor tasa de criminalidad del Reino Unido.

Las imágenes aéreas de la calle Mare, una de las arterias principales de ese barrio, mostraban cómo los manifestantes utilizaban palos para romper escaparates de tiendas y las ventanas de algunos autobuses, además de lanzar objetos contra los antidisturbios.

La policía británica culpó hoy a redes sociales como Twitter de propagar y "avivar" los incidentes violentos y los saqueos perpetrados por grupos de jóvenes en varios barrios de Londres este fin de semana.

En declaraciones a la emisora británica BBC Radio 4, el subinspector Steve Kavanagh se refirió a la situación en Londres, afectado por disturbios callejeros desde la noche del sábado en Totteham, al norte de la ciudad, y propagados a otros barrios del sur y el este la pasada madrugada.

REDES SOCIALES

Kavanagh reconoció que "había pocos agentes" la noche del sábado cuando se desataron los primeros altercados en Tottenham, donde grupos de personas quemaron edificios, vehículos -entre ellos coches policiales y un autobús- y saquearon comercios del barrio. Además, culpó a las redes sociales como Twitter de la propagación de la violencia a otros barrios de la ciudad: "Los medios sociales y otros métodos han sido empleados para organizar estos niveles de avaricia y criminalidad".

La ministra británica de Interior, Theresa May, va a regresar al Reino Unido de sus vacaciones para reunirse esta misma tarde con los responsables de la policía, a raíz de lo sucedido en Londres este fin de semana, informó hoy la cadena BBC. La policía tiene previsto desplegar esta noche un mayor número de oficiales en las calles de Londres para evitar nuevos brotes de violencia.

El vicealcalde de la capital británica, Kit Malthouse, subrayó a la cadena BBC que los autores de los disturbios son "un pequeño grupo de personas" que "han decidido perpetrar actos violentos y que, francamente, están buscando cosas que robar"."Buscan tipos de comercios particulares, bien porque quieren unas zapatillas deportivas nuevas o lo que sea", explicó.

Este responsable, que cubre las funciones del alcalde de la capital, Boris Johnson, durante sus vacaciones estivales, aseguró que la policía se mostrará "incansable" en la búsqueda de aquellos que participaron en actividades delictivas y que los autores serán apresados en las próximas semanas.

MUERTE DE UN JOVEN

El primer brote de violencia se desató el sábado en el humilde barrio de Tottenham, al norte de Londres, donde una pequeña manifestación pacífica en protesta por la muerte de un joven por disparos de la policía dio lugar a graves disturbios.

La víctima mortal, Mark Duggan, de 29 años y de raza negra, falleció el jueves en un taxi por heridas de bala en un incidente con la policía en el que un agente resultó herido.

El diario británico "The Guardian" indica hoy que los primeros exámenes practicados a una bala encontrada en un receptor de radio que llevaba un agente apuntan a que fue disparada por un policía y no por Duggan.

Su familia dijo hoy a una emisora británica que "no aprueba" el comportamiento de los participantes en los altercados e insistió en que el fallecido, que tenía cuatro hijos, era "un buen hombre".