Salmond anuncia su dimisión como líder del SNP y ministro principal escocés

  • Dejará el cargo en el congreso anual de su partido, del 13 al 15 de noviembre
  • "Creo que en esta nueva situación, el país se beneficiará de un nuevo liderazgo"

El líder independentista Alex Salmond anunció hoy que dimitirá como líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) y como primer ministro del Gobierno autónomo tras la derrota en el referéndum de independencia. En una rueda de prensa, Salmond explicó que Escocia se beneficiará "de un nuevo liderazgo" en la nueva fase de negociación con Londres para lograr más autonomía.

El veterano dirigente independentista Alex Salmond anunció su dimisión en una rueda de prensa en Edimburgo, tras la derrota en el referéndum.

Salmond, que dijo haber tomado la decisión por la mañana, explicó que Escocia se beneficiará "de un nuevo liderazgo" en esta nueva fase de negociación con Londres para lograr más autonomía.

El político de 59 años justificó su marcha, que hará efectiva en noviembre, diciendo que tuvo que plantearse si era la persona más adecuada para llevar el país hacia adelante y concluyó que "otros" están mejor posicionados.

Tras 20 años como líder del partido nacionalista y siete como ministro principal -y después de dos años de dura campaña por el referéndum-, consideró que "es hora" de ceder el testigo.

"Creo que en esta nueva y emocionante situación, llena de posibilidades, el partido, el Parlamento y el país se beneficiarán de un nuevo liderazgo", declaró en su intervención en Bute House, la residencia oficial del ministro principal en Edimburgo.

Sin dar más detalles, adelantó que "hay un número de candidatos eminentemente cualificados y muy adecuados para ser líderes".

Uno de los nombres que sin duda sonará será el de su número dos en el partido y en el Gobierno, la viceministra principal Nicola Sturgeon, piedra angular de la campaña del referéndum y de la expansión del SNP en el territorio escocés.

GOBIERNA CON MAYORIA ABSOLUTA DESDE 2011

Salmond, que desde 2011 gobierna con mayoría en Escocia, dijo que dejará el cargo en el congreso anual de su partido, del 13 al 15 de noviembre, cuando se elegirá a su sucesor o sucesora.

En la rueda de prensa, aseguró que, aunque dejaría el liderazgo de su formación y por tanto del Gobierno autónomo escocés, seguirá en política como diputado de Aberdeenshire East y precisó que "hay muchas cosas que se pueden hacer" al margen de los cargos.

"Hemos perdido el voto del referéndum pero Escocia aún puede llevar la iniciativa política. Más importante aún, Escocia puede resurgir como el verdadero ganador", afirmó Salmond al anunciar su renuncia.

"Para mí, mi tiempo como líder casi ha terminado pero para Escocia la campaña continúa y el sueño nunca morirá", aseveró.

En su intervención, confesó que el logro del que se siente más orgulloso de sus años al frente del Ejecutivo es haber "conservado la educación gratuita", mientras el Gobierno británico triplicaba el coste de las matrículas universitarias en el resto del territorio.

UN REFERENDUM, UN PROCESO PARA UNA NUEVA GENERACIÓN

Los escoceses rechazaron por un margen de diez puntos, mayor al esperado, la oferta independentista que votaron este jueves en referéndum con una participación récord de casi el 85 %.

Según el recuento oficial dado a conocer hoy, un 55 % de los residentes en esta región británica que ejercieron su derecho a voto marcaron con un "no" la papeleta en la que se preguntaba si Escocia debería ser un país independiente, mientras que casi un 45 % eligió el "sí".

Tras conocer el veredicto en la histórica consulta, Salmond había llamado a la unidad para reconstruir el futuro de Escocia y exigió a los partidos británicos que cumplan su promesa de entregar más autonomía a la región.

En su posterior despedida dijo que, en su opinión, un referéndum es un proceso de "una generación" y señaló que no vislumbra otro "en el futuro visible".

CARISMÁTICO Y TOZUDO

Carismático, pragmático y temperamental, al ministro principal de Escocia, el socialdemócrata Alex Salmond, se le ha desvanecido por un margen mayor del esperado su sueño, la independencia escocesa.

Una sorprendente mayoría absoluta en 2011 en las elecciones escocesas con el Partido Nacionalista Escocés (SNP) llevó a este popular político nacionalista de 59 años a atreverse a lanzar al Gobierno de Londres el mayor de los órdagos: un referéndum sobre la independencia.

A pesar de que nadie subestima la capacidad del perseverante político para conseguir lo que se propone, muy pocos creían en ese momento que podría convencer a los escoceses para respaldar por mayoría el fin de 307 años de historia compartida con el Reino Unido.

El tozudo y sonriente político escocés, el dirigente que más tiempo lleva al frente del gobierno escocés, más de siete años, ya ha conseguido que su nombre entre en los libros de historia y el compromiso de que Escocia obtendrá más autonomía si gana el "no".

Durante la campaña han sido constantes sus ataques al "equipo Westminster", en referencia a la élite política inglesa, a la que ha acusado de "sobornar" con promesas de última hora ante su avance en los sondeos, al tiempo que se le ha reconocido su éxito para vender una propuesta positiva, frente al negativismo del "no".

Alex Salmond nació en 1954 en la monumental ciudad escocesa de Linlithgow, hijo de una madre conservadora y un padre laborista, mayoría entre los votantes de esa región.

Fue en la elitista universidad de St. Andrews donde se curtió en sus enraizados ideales nacionalistas y se licenció en Económicas e Historia. Después de unos años de trabajo para el banco Royal Bank of Scotland, en 1979 consiguió su primer escaño como diputado en Londres por el entonces dividido Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), que ahora lidera sin oposición.

Después de volver a Edimburgo y asumir el mando en 2005 de una organización vista por los electores más como contrapeso que como una opción real de gobierno, Salmond consiguió ganar las elecciones dos años después.

PRIMER NACIONALISTA ELEGIDO PRIMER MINISTRO

El 16 de mayo de 2007 hizo historia al convertirse en el primer nacionalista elegido primer ministro de Escocia, aunque tuvo que gobernar en minoría y no pudo entonces convocar su prometido referéndum de independencia. La gestión de Salmond convenció a los escoceses por su empeño en elevar la voz de la región y enfrentarse a los partidos de Londres, además de por medidas muy populares como la gratuidad de los medicamentos y la universidad.

En los siguientes comicios, en 2011, arrasó como no lo ha hecho nadie en la corta historia del nuevo Parlamento escocés, en funcionamiento desde 1998, con una clara mayoría absoluta. Su expansiva faceta política -sus apariciones públicas y en medios de comunicación son constantes- contrasta con una actitud casi de secretismo hacia su vida privada.

Lleva 30 años casado con Moria McGlashan, una mujer 17 años mayor que jamás concede entrevistas ni tiene una actividad pública pero a la que se considera su gran aliada en la sombra. La pareja nunca ha tenido hijos y poco más se sabe de la intimidad del popular político.

Salmond exhibe sin complejos su amplio conocimiento de la historia de Inglaterra y siempre ha dicho que, aunque Escocia se independice del Reino Unido, quiere que la reina Isabel II, de 88 años, siga siendo la jefa de Estado.

"Creo que Su Majestad la Reina, que ha visto tantos acontecimientos en el curso de su largo reinado, estará orgullosa de ser Reina de los escoceses", indicó recientemente en unas declaraciones que llevaron al palacio de Buckingham a precisar que Isabel II es "imparcial" en un "asunto que incumbe a los escoceses".

Alex Salmond alega que el petróleo y gas del mar del Norte y el contexto de la Unión Europea hacen a Escocia, un territorio de poco más de cinco millones de habitantes y unos 80.000 kilómetros cuadrados, más que autosuficiente.