Sáenz de Santamaría preside en Afganistán el acto de despedida de las tropas

  • España deja 25 militares en Kabul
  • "Venimos de una guerra que ha exigido un esfuerzo enorme"

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, presidió este sábado la ceremonia de arriado de bandera en la base de Herat (Afganistán) que supone el final del las tareas que el contigente español realizaba en esta instalación desde el año 2005. España mantendrá en suelo afgano 20 oficiales integrados en el Cuartel General de la OTAN en Kabul.

En principio estaba previsto que fuera el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el que viajara a Afganistán pero este viernes se tuvo que desplazar a la base aérea de Gando (Gran Canaria) para seguir en primera persona los trabajos en torno al helicóptero accidentado el jueves, con tres tripulantes a bordo.

La vicepresidenta llegó a suelo afgano con 12 horas de retraso después de que una avería en el avión que le transportaba sufrió una avería en uno de sus filtros cuando se encontraba realizando una escala técnica en Turquía.

Sáenz de Santamaría llegó a la Base de Apoyo Avanzado (FSB) Camp Arena de Herat, en el oeste afgano, a las siete y veinte de la tarde, hora española, en la que actualmente hay 410 militares bajo la misión 'Resolute Support' de la OTAN, autorizada por el Congreso de los Diputados el 18 de diciembre de 2014.

La vicepresidenta viaja acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (jemad), almirante general Fernando García Sánchez, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (jeme), general Jaime Domínguez-Buj, el jefe de Tropas de Montaña, general Manuel José Rodríguez Gil, y el segundo comandante del Mando Central de Operaciones.

La vicepresidenta nada más pisar suelo afgano fue recibida por el jefe del contingente español, coronel Francisco José García Parra y no recibió honores ni pasó revista a la tropa porque las ordenanazas militares impiden realizar este tipo de actos de noche.

Sáenz de Santamaría quiso mostrar con rotundidad que lo españoles "no nos olvidamos que vinimos a una guerra que ha exigido múltiples esfuerzos" ejemplificados en el hecho de que 102 efectivos dejaron su vida por un Afganistán mejor.

Al final del acto, la vicepresidenta recibió la última bandera de España que ha ondeado en suelo afgano para su guardia y custodia hasta suelo nacional.

El avión de la vicepresidenta regresará a España con 88 efectivos españoles. Los últimos militares españoles desplegados en Herat abandonarán la base el próximo martes.

España se encuentra integrada en esta misión de la Alianza Atlántica, que tiene como objetivo fortalecer el proceso de estabilización de Afganistán y reforzar las capacidades de las fuerzas de seguridad afganas, que desde el pasado día 1 de enero sustituye a la misión ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad).

Durante su estancia en Afganistán las Fuerzas Armadas españolas ha contribuido, según Defensa, a la recuperación del sistema urbano de distribución de agua potable para 18.000 personas, la construcción de un nuevo hospital en la provincia de Baghdis, la mejora de las vías de comunicaciones por carretera, la puesta en marcha de 10 escuelas y 160 tiendas educativas (permitiendo la escolarización de 20.000 menores), el desarrollo de programas de riego y de mejora de la campaña ganadera, el reparto de ayuda alimentaria, la potenciación de la igualdad de género, el suministro de alumbrado público a unas 15.000 personas, la restauración y construcción de infraestructuras de servicios básicos, la reparación de vehículos de la policía local, la reconstrucción de prisiones, pozos y depuradoras, la donación de material y mobiliario para la enseñanza, la formación de personal sanitario y atención sanitaria a 18.000 personas y la ayuda a la reducción del analfabetismo en un 50%, especialmente entre las mujeres.

En el ámbito de las ayudas al desarrollo los ministerios de Defensa y de Asuntos Exteriores y de Cooperación han jugado un papel destacado con la realización de más de 332 proyectos de impacto rápido y de otros proyectos de mayor envergadura a cargo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).

ATENTADOS 11-S

Un día después de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington, el Consejo Atlántico de la OTAN invocó por primera vez en la historia de la Alianza Atlántica el artículo 5 del Tratado de Washington, que mandata la respuesta de todos los socios ante el ataque de uno de ellos.

Paralelamente, la ONU hizo un llamamiento a la comunidad internacional para prestar atención urgente a la población afgana a través de la resolución 1378/2001.

La misión ISAF se concretó en los Acuerdos de Bonn de 22 de diciembre de 2001. En sus inicios la misión velaba por la seguridad de la capital, Kabul, y posteriormente extendieron su presencia por todo el país para acabar con la presencia de la insurgencia afgana.

La participación de las tropas españolas se acordó en Consejo de Ministros de 27 de diciembre de ese mismo año. Los primeros 350 militares llegaron a Kabul el 24 de enero de 2002.

En 2005, España asumió el mando de la base de Herat, donde puso en marcha el hospital de campaña Role 2E. Ese mismo año las tropas españolas se hacen cargo del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT, en sus siglas en inglés) de Qal-i-Naw.

En 2008, España acordó con el Gobierno de Afganistán financiar y entrenar a una compañía del ejército afgano y la construcción de un acuartelamiento en Qal-i-Naw, siendo 2009 el año en el que asumió la dirección y gestión del aeropuerto de Kabul.

En 2012, el Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN con sede en Bétera (Valencia) lideró el Mando Conjunto de la ISAF, se cedió la seguridad a las fuerzas afganas en Qal-i-Naw, se transfirió la responsabilidad de la seguridad en Badghis y comenzó el repliegue de las tropas españolas, que en su momento álgido llegaron a tener más de 1.500 militares en Afganistán.

BALANCE

Todos los gobiernos y mandos militares españoles han coincidido a la hora de destacar a la de Afganistán como la misión más dura y difícil de todas en las que han participado las Fuerzas Armadas no sólo por la logística, sino también por la peligrosidad que su desarrollo entrañaba.

Durante los 13 años de presencia de España en Afganistán, han pasado un total de 17.223 militares españoles por ese país. Un total de 102 efectivos han fallecido en suelo afgano, así como dos intérpretes que trabajaban para las tropas españolas. El coste de la misión ha superado los 3.000 millones de euros.