Raúl Castro cumple 80 años

El presidente de Cuba, Raúl Castro celebra su 80 cumpleaños y lo hace bromeando. "¿Cómo me ven, las muchachas cómo me ven?. Cuántos viejos de 60 años hay por ahí que no están como yo", bromeó Castro después de que un grupo de periodistas le felicitara anticipadamente por sus 80 años, que cumple este viernes.

El hermano y sucesor de Fidel es el garante de la ortodoxia socialista, a pesar de la pretendida apertura. Estuvo junto a Fidel en el asalto al cuartel de Moncada y en el alzamiento que derrocó a Batista. Desde la revolución fue su alter ego en la sombra: Fidel era el estratega político, Raúl, el ministro de Defensa más duradero del mundo, controlaba el Ejército.

Un militar duro con enorme poder: Las Fuerzas Armadas Revolucionarias controlan un 60 por ciento de la empobrecida economía cubana, desde el turismo hasta la producción de azúcar. En 2006 Fidel le entregó el poder aquejado de una enfermedad no revelada. Entonces dijo que sólo el Partido Comunista era el digno heredero de su hermano. Fidel aspiraba a exportar la revolución, Raúl acercó Cuba a Moscú y ahora trata de enderezar la economía porque, reconoce, hay estructuras obsoletas.

Aunque las reformas de mayor calado quedan para cuando desaparezca Fidel, como evidenció el últmo Congreso del partido. "Son tantas las cosas que hay que arreglar, jurídicamente incluso", subrayó entonces. "Son miles y hay que ir arreglando todo eso para hacer las cosas ordenadamente, con institucionalidad", resaltó Castro, al precisar que muchas de las leyes vigentes "realmente son absurdas" o tuvieron "un origen correcto" pero "el tiempo ha pasado".

El plan de reformas del Gobierno cubano pretende superar la aguda crisis económica del país, y entre sus principales medidas está la ampliación del trabajo privado, el recorte de las plantillas estatales, más autonomía a la gestión de las empresas estatales y la eliminación de subsidios sociales innecesarios, entre otros.

Con el relevo, no obstante, la represión a la disidencia arrecia. Las muertes de Zapata y Soto han dejado en evidencia a un régimen que mantiene la represión política y el encarcelamiento de opositores.