Edificios y coches ardiendo y más de una veintena de detenidos en Ferguson

  • La no imputación del policía que mató al joven negro indigna a miles de personas
  • Las protestas se extienden a Nueva York, Chicago, Los Ángeles, y otras grandes ciudades

La decisión de un gran jurado de Estados Unidos de no imputar al policía que mató al joven negro Michael Brown indignó a miles de personas en Ferguson (Misuri) y en ciudades de todo el país, mientras el presidente, Barack Obama, llamó a mantener la calma y evitar la violencia.

Inmediatamente después de que el fiscal del condado de San Luis Robert McCulloch anunciara el fallo, comenzaron los primeros altercados en la avenida West Florissant de Ferguson, epicentro de la ola de disturbios raciales que desató el 9 de agosto la muerte de Brown, desarmado y con 18 años, a manos del agente blanco Darren Wilson.

"En demasiados lugares de este país existe una profunda desconfianza entre las fuerzas de seguridad y las comunidades de color, parte de esto es el resultado de una historia de discriminación racial en este país y es trágico porque nadie necesita más la protección policial que las comunidades pobres con altos índices de criminalidad", dijo Obama tras conocer el fallo en una declaración de diez minutos no prevista desde la Casa Blanca.

En su alocución, el presidente recordó que el deseo de los padres de Brown es que las protestas sean pacíficas e instó a manifestantes y policía a ejercer "contención".

"En los próximos días -los agentes- tendrán que trabajar con la comunidad, no contra la comunidad, y distinguir al reducido núcleo de personas que quizás usen la decisión del gran jurado como una excusa para la violencia", señaló.

Al tiempo que Obama llamaba a la calma desde Washington, estallaron los primeros disturbios en Ferguson, con edificios y coches incendiados, saqueos, sonido de disparos, enfrentamientos entre Policía y manifestantes y uso de gases lacrimógenos por parte de los agentes.

La indignación se desató tras conocer que Wilson seguirá libre y sin cargos al concluir un gran jurado que no hay pruebas suficientes para imputarlo por disparar en repetidas ocasiones al joven de 18 años, desarmado y en circunstancias por esclarecer. El gran jurado decide si hay pruebas suficientes para presentar cargos contra una persona, por lo que tras su fallo el caso de Wilson queda cerrado por esta vía.

No obstante, continúa la investigación del Departamento de Justicia sobre si hubo una violación de los derechos civiles, como recordó el fiscal general, Eric Holder, en un comunicado. Los cargos que podría haber enfrentado Wilson abarcaban desde un máximo de 4 años de cárcel por homicidio involuntario a cadena perpetua o pena de muerte por asesinato en primer grado.

"Este no es sólo un asunto de Ferguson, este es un asunto de todo Estados Unidos", señaló Obama, que compareció pocos minutos después de la esperada decisión del gran jurado sobre un caso que desató en agosto una gran ola de disturbios raciales y en el que convergen el debate racial y el de la violencia policial.

"En las últimas décadas hemos hecho grandes progresos en las relaciones raciales, he sido testigo de ello en mi propia vida, pero sigue habiendo problemas, las comunidades de color no se los inventan. (...),dijo Obama en una declaración no prevista desde la Casa Blanca.

La familia de Brown pidió cuatro minutos y medio de silencio tras conocer el fallo y evitar cualquier tipo de altercados: "responder a la violencia con violencia no es la respuesta", señalaron en un comunicado.

El área de Ferguson, en San Luis, está bajo máxima alerta, con el FBI y la Guardia Nacional preparados para intervenir si las protestas convocadas para esta noche derivan en fuertes disturbios como los que vivió esta pequeña localidad tras la muerte de Brown. Las protestas trascienden Ferguson y se extienden a Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Washington DC, Oakland y otras grandes ciudades del país.

En la capital más de 300 personas pidieron "justicia" frente a la Casa Blanca, mientras que la policía activó protocolos especiales por temor a disturbios. Obama hizo ya una llamada a la calma el pasado viernes ante el inminente fallo del jurado, una petición que repitieron hoy líderes estatales y locales.

El gran jurado que ha fallado sobre este caso se formó en mayo, meses antes del suceso, y lo conforman nueve blancos y tres afroamericanos, cinco mujeres y siete hombres que han escuchado el relato de 60 testigos.

OBAMA LLAMA A LA CALMA

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó hoy a la calma tras conocerse que el policía que mató al joven afroamericano Michael Brown no será imputado, al tiempo que admitió que este caso "evidencia" los retos aún pendientes en una nación con una historia de discriminación racial.

"En las últimas décadas hemos hecho grandes progresos en las relaciones raciales, he sido testigo de ello en mi propia vida, pero sigue habiendo problemas, las comunidades de color no se los inventan. (...),dijo Obama en una declaración no prevista desde la Casa Blanca.

"Este no es sólo un asunto de Ferguson, este es un asunto de todo Estados Unidos", añadió el presidente, que compareció pocos minutos después de la esperada decisión del gran jurado sobre un caso que desató en agosto una gran ola de disturbios raciales y en el que convergen el debate racial y el de la violencia policial.

Obama comenzó su alocución recordando que los padres de Michael Brown han pedido evitar la violencia en las protestas y, en su lugar, abogan por un debate constructivo que promueva cambios para que la muerte de su hijo no sea en vano.

"A los que estáis en Ferguson, hay maneras de canalizar vuestras preocupaciones constructivamente", subrayó el presidente en un discurso de nueve minutos, en el que admitió que el malestar es "comprensible" pero llamó a aceptar la decisión judicial. La familia de Brown había pedido una respuesta pacífica y cuatro minutos y medio de silencio tras conocer el fallo, pero inmediatamente se desataron los primeros altercados en Ferguson.