Seis soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) han muerto en varios ataques registrados en Afganistán, informó hoy la OTAN, con lo que son ya trece los militares fallecidos en los dos últimos días.
Según informó la ISAF en varios comunicados, cuatro soldados murieron hoy víctimas de la explosión de una bomba caminera en el este afgano.
Otros dos perdieron la vida en el conflictivo sur del país, uno de ellos ayer, lunes, en un suceso similar y el otro en un "ataque insurgente" registrado hoy.
"La política de la ISAF es dejar los procedimientos de identificación de las víctimas en manos de las autoridades nacionales pertinentes", afirmó como es habitual la organización.
La ISAF ya informó este lunes de las muertes de siete soldados por la explosión de otras dos bombas camineras en el sur del país.
Según el portal independiente icasualties.org, un total de 68 militares extranjeros han muerto en el mes de agosto en Afganistán, aunque el recuento no incluye a las seis víctimas conocidas hoy.
La mayoría de las víctimas mortales de la ISAF se registran en un arco que recorre el sur y este afganos, donde predomina la etnia pastún, de la que proceden tradicionalmente los insurgentes talibanes.
Las minas y las bombas camineras (IED, en sus siglas en inglés) se han convertido progresivamente en el instrumento favorito de los insurgentes, que emplean tácticas clásicas de los movimientos guerrilleros y hostigan a las tropas internacionales.
En los últimos tres años, en torno al 60 por ciento de las muertes de soldados extranjeros en Afganistán se han debido a esta causa.
