Mubarak cesa a todo el Gobierno egipcio

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha anunciado que ha pedido al Gobierno su dimisión y que nombrará un nuevo Ejecutivo, después de la jornada de manifestaciones masivas en contra de su régimen que ha obligado a desplegar al Ejército para contener las protestas.

"He pedido al Gobierno que dimita hoy y habrá un nuevo Gobierno mañana", ha dicho el presidente egipcio en una declaración televisada. Mubarak ha lamentado "las víctimas inocentes de ambos bandos" y ha asegurado que las manifestaciones "no deberían haberse producido".

Las manifestaciones de este viernes, llamado 'Viernes de la Ira', se han saldado con al menos trece personas muertas y 75 heridos en la ciudad de Suez, en el este del país, y con no menos de cinco fallecidos y más de mil heridos en El Cairo, en la que ha sido la cuarta jornada de movilizaciones para reclamar el final del régimen de Mubarak.

El presidente egipcio, que lleva en el poder desde el año 1981, se ha comprometido a avanzar en las reformas políticas y ha asegurado que comprende las "aspiraciones" y el sufrimiento del pueblo egipcio. "El camino de la reforma es irreversible", ha dicho, antes de subrayar que "la soberanía será devuelta al pueblo".

Además, ha incidido en que las "metas no pueden ser alcanzadas con la violencia" sino con el "diálogo nacional" y ha lamentado la violencia que ha habido en las protestas y los saqueos que se han producido durante las movilizaciones.

Tras reconocer que está "preocupado" por las movilizaciones de los últimos cuatro días, ha dicho que él "siempre" ha estado "al lado de la gente pobre". "Y seguiré haciéndolo", ha añadido.

Mubarak se ha comprometido a adoptar medidas para reducir el desempleo, que el año pasado se situó en torno al 9 por ciento, y a mejorar la educación y el sistema sanitario, además de tomar "todas las medidas para mantener la seguridad y la libertad" en el país.

El presidente egipcio ha reafirmado que continuará defendiendo la "estabilidad" del país y luchando contra "cualquier amenaza" que ponga en peligro el orden público pero ha reconocido que las manifestaciones han expresado "las aspiraciones legales de mayor democracia".

La comparecencia de este viernes ante la televisión egipcia es la primera declaración pública del presidente desde que el pasado lunes comenzaran las manifestaciones en su contra, siguiendo la estela de las revueltas populares que acabaron en Túnez con la huida del presidente Zine el Abidine Ben Alí, el pasado 14 de enero.

Los motivos del descontento popular son similares en ambos países, toda vez que los manifestantes protestan por el alto nivel de desempleo y por la situación que vive el país como consecuencia de la crisis económica y la falta de avances democráticos.